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Telefónica Móviles perdió 3.724 millones por el fracaso del UMTS en Europa

La compañía provisiona 5.049 millones por la depreciación de sus licencias de móviles

Ramón Muñoz

A Telefónica Móviles le ha salido muy cara su frustrada aventura de expansión europea, que se ha traducido en pérdidas récord de 3.724 millones de euros. La operadora reconoce en sus cuentas de 2002 que las licencias del nuevo móvil multimedia (UMTS), por las que pagó más de 6.000 millones de euros a los tesoros de Alemania, Italia, Suiza y Austria, se han reducido a papel mojado, como prueban las provisiones extraordinarias de 5.049 millones por la depreciación de esos activos. La compañía anunció el pago de un dividendo de 0,175 euros por acción.

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Las pérdidas históricas anunciadas ayer por la filial de móviles en 2002, en contraste con los beneficios de 893,4 millones conseguidos un año antes, confirman el fracaso de la política diseñada hace tres años de crear un operador multinacional con una fuerte presencia en los principales países europeos, más allá de sus mercados naturales de Latinoamérica y España.

Para ese empeño, la compañía no dudó en gastar más de 6.000 millones de euros en el pago de las licencias de telefonía móvil de tercera generación (UMTS), la que permitirá en un futuro transmitir vídeos y navegar por Internet a alta velocidad, en las subastas que convocaron gobiernos como el alemán e italiano.

Pero el retraso en la implantación de esa tecnología, que aún no está disponible comercialmente, y las fallidas previsiones sobre la evolución de los mercados de esos países, han reducido prácticamente a cero el valor de esas licencias (pagadas en efectivo) y de las inversiones realizadas, que sólo sirvieron para aliviar el déficit público de países como Alemania. Actualmente, Telefónica ha abandonado o congelado su actividad en Alemania (Quam), Italia (Ipse 2000), Austria y Suiza (Group 3G).

Las cuentas de 2002 reflejan crudamente esa depreciación al contabilizar provisiones extraordinarias por un importe neto de 5.049,8 millones de euros para saneamiento de activos y reestructuración de gastos en dichos países. Dichas partidas negativas, adelantadas en su mayor parte en las cuentas del segundo trimestre, se han visto agravadas por la mala evolución del cuarto trimestre, en el que el beneficio neto cayó un 11% respecto al mismo periodo del año anterior, debido a la devaluación de las monedas latinoamericanas. La operadora se defiende afirmando que, excluyendo estos extraordinarios, hubiera tenido un beneficio de 1.406 millones.

Las inversiones se redujeron hasta los 919 millones de euros, un 10,1% de sus ingresos, frente a los 1.436 millones de hace un año. La deuda financiera neta "en términos proporcionales" se situó en 7.708 millones, frente a los 6.066 de hace tres meses.

La vocación internacional de Telefónica Móviles ha devenido paradójicamente en una mayor dependencia de su filial española. Los más de 18,4 millones de clientes que tiene la operadora en España aportan el 74% de los ingresos totales y el 93% del beneficio en términos de Ebitda (beneficio bruto operativo) del grupo, que cuenta con 39,36 millones de clientes en todo el mundo.

De hecho, Telefónica Móviles España obtuvo los mejores resultados de su historia. Su beneficio operativo alcanzó 3.490,3 millones y aumentó un 23,9%, un crecimiento mayor que el de los ingresos, que se elevaron un 18%. El parque de clientes creció un 9,6% aunque la cuota de mercado frente a sus competidores (Vodafone y Amena) se redujo desde el 56,6% de finales de 2001 hasta el 55% de diciembre de 2002. Sin embargo, mejoró notablemente los clientes de contrato (los más fieles y los de mayor consumo), que aumentaron un 22,2% frente a los de prepago, que aunque aún representan el 64,8% del total, sólo crecieron un 3,9%

La compañía centra ahora sus planes de expansión en Latinoamérica, donde ha adquirido la compañía mexicana Pegaso y acaba de crear Brasicel, una sociedad conjunta con Portugal Telecom para el mercado brasileño. No obstante, la depreciación de las monedas locales y la crisis en algunos países hizo que los ingresos en sus filiales latinoamericanas cayeran un 14,7% y el Ebitda un 1,3%. Dentro de ese área, la peor evolución correspondió a Argentina, cuyos ingresos cayeron un 73,1% mientras que el beneficio bruto operativo se redujo un 55,7%.

Pago de dividendo

Pese a las pérdidas, (las mayores de una empresa española a la espera de que el grupo Telefónica las supere la próxima semana) la compañía concretó ayer el pago de un dividendo (en realidad, se trata de una retribución neta con cargo a reservas de prima de emisión) de 0,175 euros por acción que se hará efectivo en junio. Escaso consuelo para los accionistas que ayer vieron como la cotización se comía el 70% de esa retribución al ceder 0,12 euros, un 1,94%. La más beneficiada será Telefónica, a la que le corresponde más del 90% de los 760 millones que desembolsará su filial. Las acciones de Móviles se han depreciado un 45% desde su salida a Bolsa en noviembre de 2000, y un 2,42% en lo que va de año.

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Sobre la firma

Ramón Muñoz
Es periodista de la sección de Economía, especializado en Telecomunicaciones y Transporte. Ha desarrollado su carrera en varios medios como Europa Press, El Mundo y ahora EL PAÍS. Es también autor del libro 'España, destino Tercer Mundo'.

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