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Las virtudes del Eixample

24 pinturas renacen 140 años después en uno de los primeros edificios del Eixample

Blanca Cia

La Fe, la Esperanza, la Prudencia, la Templanza, Apolo, Atenea, Cronos... Hasta 24 representaciones pintó Raffaelo Bertramini entre 1862 y 1864 en un edificio de la calle del Consell de Cent esquina con Roger de Llúria. Ciento cuarenta años después, aquellas pinturas han recuperado todo su esplendor. Están en la fachada de un edificio que en marzo reabrirá sus puertas como el hotel Berna Catalonia y que en el siglo XIX fue bautizado como la Casa de l'Aigua, según ha documentado en un estudio la historiadora Maria Gràcia Salvà.

El edificio, situado en el lado montaña-Besòs de Consell de Cent, es prácticamente el único que se mantiene en pie de los cuatro que construyó un promotor llamado Josep Cerdà que nada tenía que ver con el arquitecto y padre del Eixample barcelonés, Ildefons Cerdà. Eso sí, Josep Cerdà siguió el modelo constructivo de la cuadrícula del Eixample y, de hecho, las cuatro casas se consideran el punto de arranque del barrio que nació en la Barcelona que había derribado las murallas a mediados del siglo XIX.

De las cuatro casas, dos fueron derruidas hace décadas, una -la situada en el lado mar- fue rehabilitada a finales de la década de los ochenta y la última -la que aparece en la fotografía- estuvo a punto de caer mientras se ventilaba un largo y complicado pleito entre la propiedad -el grupo hotelero- que adquirió todo el edificio y los arrendatarios. El pleito acabó en el Tribunal de Casación hace más de 10 años.

Allá por 1862, el promotor Josep Cerdà construyó primero el edificio del lado Llobregat. La Casa de los Pobres se vino a llamar porque allí se estableció un convento, el de las Hermanitas de los Pobres. A ése le siguió el ahora rehabilitado.El edificio iba a ser la residencia del promotor y de su esposa, Rosa Llevall, quien acabó cofinanciando el proyecto, que arruinó al promotor. De hecho, los problemas de financiación parece que fueron el motivo de que las dos primeras casas exhibieran pinturas en sus fachadas, pero no así las dos últimas.

El maestro de obras fue Antoni Valls Galí (1798-1877), que hasta levantar esa cuadrícula del Eixample había construido no pocas casas en Ciutat Vella, en cuyas calles -Doctor Dou y Cadena, entre otras- se ensayó, de hecho, la edificación que luego se generalizó en el Eixample.

"Todo parece indicar que el promotor decidió revestir las fachadas de vistosas pinturas como reclamo para una nobleza y una burguesía que seguían encerradas en los palacios de Ciutat Vella", explica la historiadora, que en la primavera próxima publicará el estudio realizado sobre la finca.

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El constructor-promotor encargó los trabajos de pintura a Raffaelo Bertramini. "Es un pintor italiano del que en realidad no se sabe demasiado. Está documentado un cuadro sobre tela del edificio central de la Universidad de Barcelona porque está fechado y firmado. Bertramini era escenógrafo y también se ha podido determinar que participó en algunas exposiciones en la Barcelona de aquella época", prosigue Maria Gràcia Salvà.

Tenía el taller en la calle de Pelai y solía colaborar con otro artista italiano. Las pinturas que aparecen en el edificio de Consell de Cent se realizaron a la cal, son silicatos. Todo parece indicar que las pinturas se desvanecieron poco tiempo despúes, probablemente porque no habían impregnado suficientemente las paredes. De hecho, antes de iniciarse la restauración era prácticamente imposible adivinar que en esas tres paredes había 24 figuras pintadas, desde alegorías de la escultura hasta las virtudes y dioses griegos. Una de las tareas más peculiares de la rehabilitación del edificio ha sido precisamente la restauración de las pinturas, realizada por el estudio Art Cor, de la calle de los Àngels, en Ciutat Vella.

La reforma integral del edificio ha sido respetuosa con el diseño inicial de la fachada. De ello se ha encargado el arquitecto Romà Aranyò, que se ha ceñido a la configuración original tanto como ha sido posible. Por ejemplo, se han conservado las paredes de carga del inmueble y otros elementos estructurales. "Naturalmente, la división es distinta porque en su tiempo fueron viviendas y ahora será un hotel", explica. Un hotel con historia.

Fachada rehabilitada del edificio que albergará el Hotel Catalonia.
Fachada rehabilitada del edificio que albergará el Hotel Catalonia.

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Sobre la firma

Blanca Cia
Redactora de la edición de EL PAÍS de Cataluña, en la que ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en diferentes secciones, entre ellas información judicial, local, cultural y política. Licenciada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.

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