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NEUROLOGÍA | Medidas con electrodos

Experimentos en ratones registran el 'sexto sentido'

Los animales utilizan un sutil sistema de comunicación específico con la emisión y detección de las señales químicas llamadas feromonas para identificar en otros individuos, su sexo, identidad, disposición para el apareamiento y la reproducción, el enfrentamiento e incluso la relación maternofilial. Los científicos han identificado ahora los mecanismos detallados de ese proceso y lo han rastreado hasta el rincón del cerebro donde se procesa la información. Por ahora, el trabajo de laboratorio, en el que se han fijado electrodos en el cerebro para registrar la respuesta de las neuronas a la detección de feromonas, se ha hecho en ratones. No esta claro si los humanos tienen las mismas estructuras, adviritió Lawrence C. Katz, del Centro Médico de la Universidad Duke, en la reunión anual de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia, celebrada en Denver (EEUU). Su equipo presenta este descubrimiento en Science.

Las neuronas de las feromonas reaccionan 10 veces más despacio que las olfatorias

Muchos mamíferos, desde ratones a elefantes, tienen una especie de sexto sentido para detectar feromonas, explicó Katz. Dichas feromonas, que no son compuestos volátiles, inicialmente se registran a través de un órgano sensorial especializado, denominado órgano vomeronasal, situado en la cavidad nasal. Ahí son detectadas por receptores químicos, similares a los de los sentidos del gusto y del olfato, que envían las señales a una estructura neuronal denominada bulbo olfatorio accesorio. "Sin embargo, este sistema feromonal no es un subgrupo del sistema olfatorio", puntualizó el investigador. "En cierto sentido no se parece más al olfato que éste al gusto". Aunque ambos sentidos residen en la misma región en los mamíferos, las vías de procesamiento de la información "no hablan una con otra en el cerebro".

Katz explicó que en el experimento realizado con sus colegas para medir las señales neuronales introdujeron minúsculos electrodos en la región del cerebro de los ratones donde se procesa la información de las feromonas para registrar así la actividad del cerebro en funcionamiento. Introdujeron en la jaula otro ratón ligeramente anestesiado para que el primero pudiera explorarlo fácilmente. Los investigadores repitieron el ensayo con varios ratones ante diferentes congéneres (hembras y machos) y se abrieron paso así hacia una de las zonas más inaccesibles y difíciles de estudiar del cerebro, explicó el científico.

La primera sorpresa, contó Katz, fue constatar que algunas neuronas mostraban mucha actividad cuando el animal exploraba la cabeza del otro. "Se ha utilizado mucho la orina en este tipo de trabajo como la mayor fuente de estímulos químicos, ya que se sabe que los animales investigan ampliamente el área anogenital", aclaró, "pero descubrimos que la cabeza también debe ser rica en feromonas". Estas sustancias, en circunstancias naturales, sólo son detectadas cuando un animal entra en contacto con otro, olfateándolo. También han descubierto que las neuronas feromonales reaccionan unas diez veces más despacio que las olfatorias. "El sistema olfatorio tiene que reaccionar muy rápidamente, por ejemplo ante un depredador. Pero tal vez el sistema feromonal no se ocupa de tomar decisiones rápidas de sí o no, sino que ofrece una recompensa por descifrar información acerca de los individuos más allá de constatar el simple hecho de que otro animal está presente".

Katz y sus colegas creen que el sistema de las feromonas forma en el cerebro del animal una especie de imagen química del otro animal con información acerca de su sexo, identidad, estatus social y situación reproductiva, algo así como las neuronas faciales de las áreas visuales del cerebro de los primates, que se disparan específicamente ante los rasgos de la cara de otros animales. "Ya que los ratones viven mucho tiempo en la oscuridad y no tienen una buena visión, no utilizan este sentido para hacer discriminaciones críticas entre animales", explicó el investigador. "Por ello, pensamos que nuestros experimentos han revelado un sistema de procesamiento neuronal distinto que les permite tomar ese tipo de decisiones".

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