ELA y LAB recuperan la unidad de acción rota en 2001

Las centrales nacionalistas ELA y LAB han recuperado la unidad de acción que mantuvieron hasta la crisis sindical y política abierta en abril de 2001. Esta actuación conjunta para la negociación colectiva y en defensa de un marco vasco de relaciones laborales nace con la voluntad de ampliarse "al campo más estrictamente político". Pero tal extensión está supeditada a que se den unas "condiciones" que el secretario general de ELA, José Elorrieta, evitó ayer precisar. "Cualquier conocedor de este país se lo puede imaginar", dijo en referencia implícita a la violencia de ETA.

Los secretarios generales de ELA, LAB (Rafa Díez Usabiaga) y del minoritario ESK (Ángel Abalde), que lo suscribe también, presentaron ayer el acuerdo de unidad de acción, subrayando que se podrá ampliar a la política en la medida en que "se definan propuestas convergentes para el desarrollo de una estrategia nacional, soberanista y de clase". Los representantes sindicales no quisieron hablar del pasado reciente. El acuerdo llega en momento en el que ELA se ha comprometido a mantener reuniones con la suspendida Batasuna y en el que LAB es la única organización legal de la llamada izquierda aberzale. Así, el sindicato de Díez rompe con la estrategia negociadora de los últimos dos años, "de escasa confrontación", según indica el acuerdo pactado, para sumarse a la línea de no firma de convenios sectoriales y confrontación de ELA.

"Toque de atención"

Elorrieta hizo hincapié en que "la mayoría sindical vasca vuelve a coger protagonismo en la acción sindical de Euskal Herria, con dos elementos: negociación colectiva y cuestiones sociolaborales". Los tres dirigentes sindicales señalaron que el acuerdo es un "toque de atención" a la patronal. Asimismo destacaron que no todos los sindicatos están por este modelo, en referencia a UGT y CC OO. En el área de la negociación colectiva, los tres sindicatos han pactado unos contenidos que abarcan subidas salariales por cncima del IPC, la lucha contra la discriminación salarial y la reducción de jornada a 35 horas semanales. También fijan como prioridad acabar con la precariedad laboral, las horas extraordinarias, la discriminación de género y las subcontratas, y potenciar el contrato de relevo-sustitución, la salud laboral y el euskera.

En el ámbito sociolaboral, los tres sindicatos renuevan su compromiso por un marco vasco de relaciones laborales y protección social. Así, advierten de que no aceptan que "desde el poder político del Estado" se "impongan" acuerdos y condiciones de trabajo a los empleados vascos, exigiendo a las administraciones vascas "pasos concretos en la construcción del marco vasco". Con este fin, ELA, LAB y ESK compartirán una "estrategia de intervención institucional, tanto en los órganos de representación como respecto a las propuestas que desde las instituciones de Hego Euskal Herria se planteen en estas materias".