Renfe admite que no reforzó las cercanías ante la marcha de Madrid
Renfe reconoció ayer, dos días después de la masiva manifestación de Madrid contra la guerra en Irak, que no reforzó en ningún momento los servicios de cercanías para que los ciudadanos pudieran acudir a la marcha. Una portavoz de la compañía ferroviaria mantuvo que tan solo se doblaron las composiciones de algunos trenes (pasaron de uno a dos vagones) al ver el masivo incremento de viajeros.
La empresa justificó ayer esta decisión en que "no se esperaba tanta afluencia de personas", y que ni siquiera lo habían previsto los convocantes de la protesta.
El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, señaló que su partido pedirá explicaciones a los dirigentes del PP en la Comunidad de Madrid y del ministerio de Fomento por "las trabas" que pusieron en el transporte público para impedir que muchos madrileños pudieran ejercer el sábado su derecho a manifestarse.
El ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, exigió al líder de los socialistas que aportara pruebas para demostrar sus acusaciones sobre la falta de transporte público.
Sin competencias
El delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Javier Ansuátegui, reiteró ayer a través de su jefe de prensa que él "en ningún momento" se puso en contacto los días anteriores a la manifestación con los responsables de los transportes para que redujeran o aumentaran los servicios. "El delegado no tiene ni competencias ni es quién para dar órdenes a Renfe o a otros transportes. Es absolutamente falso que se haya dirigido a la compañía ferroviaria", aseguró este portavoz oficial.
La postura de los directivos de Renfe, dependientes del Ministerio de Fomento, contrasta con el refuerzo del servicio puesto en marcha por Metro de Madrid, dependiente de la administración autonómica.
El director de Operaciones de la compañía, Aurelio Rojo, explicó ayer que el sábado aumentaron las frecuencias de paso a partir de las 16.30 (una hora y media antes del inicio de la marcha) en la línea 2, que es la que tenía mayor número de paradas coincidentes con el recorrido de la manifestación. En este caso se duplicó el número de trenes, lo que correspondía a un día laboral en hora punta. En otras cuatro líneas también se aumentaron los convoyes hasta un 60%.
Fuentes del Ayuntamiento de Madrid confirmaron que la Empresa Municipal de Transportes, que gestiona los autobuses de la capital, no incrementó la frecuencia de paso en las líneas que transcurrían cerca del recorrido de la marcha. "Pensamos que el servicio podría funcionar hasta las cinco de la tarde, pero hubo tanta afluencia de personas que hubo que cortar el servicio media hora antes de lo previsto en la plaza de Cibeles o en la Puerta del Sol", explicaron estas fuentes.
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