La seguridad en Sierra Nevada

Respuesta a María José Santos Petralanda por su carta publicada el 10 de febrero en la que se refiere a la situación de la estación de esquí tras la helada padecida en la noche del 22 al 23 de enero de este año. La magnitud de la helada fue tal que, por la mañana, a pesar de encontrarse todas las pistas pisadas por nuestras máquinas, sólo pudimos abrir algunas de ellas. Sólo se declara abierta una pista cuando reúne todos los requisitos de seguridad.

De hecho, habiendo tenido abiertos 76 kilómetros el día 22, y encontrándose pisadas la totalidad de las pistas, Sierra Nevada sólo pudo abrir 29 kilómetros al final del día 23, y en los días siguientes fue ganando superficie hasta alcanzar los 60 kilómetros el 28, cinco días después de la helada.

A pesar de todo, como fuera de las pistas seguía existiendo mucho hielo, lanzamos continuas llamadas a la prudencia para evitar accidentes. Gracias a las medidas de seguridad adoptadas por esta empresa, en esos días, el número de accidentes y atenciones menores en pistas a usuarios, esquiadores y snowborders no fue superior al que estadísticamente correspondía en función del número de esquiadores presentes. Esta tasa está en Sierra Nevada entre el 0,2% y el 0,5% del número total de esquiadores en pistas, dependiendo de factores como el estado del tiempo o de la nieve y de la concentración de esquiadores, que son valores en la media de lo que ocurre en EE UU o en Austria.

Es más fácil "acusar, que algo queda", sobre todo cuando la acusación es contra una empresa pública, que siempre tiene más morbo político, que documentarse o informarse. Aunque con esa acusación infundada e indocumentada se traslade inseguridad a nuestros clientes y se ofenda la profesionalidad de toda una plantilla de gente enamorada de la montaña y de su trabajo.