Casi 700.000 mujeres de diferencia
CC OO propone potenciar los servicios sociales para paliar la alta tasa de paro femenino
La brecha laboral entre España y el conjunto de la Unión Europea (UE) tiene nombre de mujer. Un porcentaje de 10,3 puntos separa la tasa de paro femenino española respecto a la media de la UE. Para paliar esa distancia, sería necesario que España creara 692.000 puestos para mujeres. La cifra resalta todavía más si se tiene en cuenta que la diferencia en la tasa de paro masculino de España y la UE es cuatro veces menor, situándose en el 2,6%.
Los datos figuran en el informe anual sobre los Presupuestos Generales del Estado de 2003 elaborado por el gabinete económico de CC OO. Las cifras oficiales conocidas con posterioridad a este análisis confirman la tendencia.
Para cuantificar estas cifras, los expertos del sindicato han utilizado como fuente la Encuesta de Fuerza de Trabajo de la UE del segundo trimestre de 2002. No son ésos los únicos números que alertan sobre el boquete laboral que separa a la mujer española respecto a la europea. Según dicho informe, mientras la desproporción en tasa de actividad entre los hombres españoles y los europeos es de sólo dos décimas, entre las mujeres la distancia se dispara hasta el 8,7%. Los porcentajes revelan, según Carlos Martín, uno de los autores, una tendencia: un porcentaje considerable de mujeres desaparece del mercado laboral, sobre todo en tiempos de crisis económica, en los que al perder el puesto de trabajo se refugian en sus tareas familiares sin ni siquiera apuntarse a las listas del Inem.
La tasa de paro femenino en España supera en 10,3 puntos porcentuales la media de la UE, según un análisis del sindicato
Para mitigar los desequilibrios, CC OO propone, entre otras medidas, una política de impulso de los empleos ligados a los servicios sociales. Según Carlos Martín, los servicios de proximidad donde existe un yacimiento importante para cubrir esa brecha. "Se trata", señala, "de tareas que las mujeres han venido realizando sin cobrar y que en la UE ya se han transformado en empleos remunerados, lo que ha tenido un doble efecto: liberar a la mujer de su rol tradicional doméstico y crear nuevos puestos de trabajo".
