San Blas y Barajas, pioneros en hacer abono de restos orgánicos

Un centenar de vecinos de los distritos de San Blas y Barajas, residentes en viviendas unifamiliares, participan desde ayer en un proyecto para la conversión de residuos orgánicos en abono, lo que les convierte en los primeros habitantes de la capital en elaborar su propio compost doméstico. El proyecto, en el que se han invertido cerca de 27.000 euros, consiste en la distribución de contenedores diseñados para acumular todo tipo de basura orgánica, junto con un manual para hacer compost y la posibilidad de recurrir a la atención telefónica en el caso de tener alguna duda.

Así lo explicó Daniel Sánchez Gutiérrez, director de la asociación ecologista Amigos de la Tierra, que junto con el Ayuntamiento de Madrid, ha puesto en marcha esta iniciativa, que "ya ha obtenido un gran éxito en Rivas-Vaciamadrid, donde de cien contenedores en el 2002, pasaremos a 500 este año".

El objetivo de reciclar la basura orgánica, que en unos cinco o seis meses se transforma en fertilizante, "es minimizar el impacto de los residuos orgánicos, en su mayoría restos de la cocina y el jardín, y que constituyen cerca del 50% de los residuos urbanos", explicó Sánchez Gutiérrez.

La recogida y acumulación en vertederos de este tipo de residuos es "costosa y contaminante, por lo que es importante concienciar a la población de que es responsabilidad de cada uno colaborar en el proceso de cuidar nuestro entorno", añadió.

El director de Amigos de la Tierra explicó que este tipo de reciclaje "es fácil y limpio", ya que "lo único que hay que hacer es ir mezclando, según un orden, restos de verduras, peladuras de frutas o cáscaras de huevos e incorporar materia leñosa, hojas o trozos de cartón y papel, con lo que obtendremos finalmente un abono útil para fertilizar el propio jardín o los parques públicos".