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La masiva afluencia a las manifestaciones por la paz desbordó las previsiones más optimistas

En Valencia los ciudadanos tomaron vías alternativas y en Castellón se cambió el recorrido

La masiva afluencia a las manifestaciones contra la guerra desbordó ayer las previsiones más optimistas de los organizadores. En Valencia, los manifestantes tomaron vías alternativas al recorrido oficial cansados de esperar durante horas para poder iniciar la marcha. El recorrido previsto en Castellón se cambió para evitar que la cabecera de la manifestación acabase fundiéndose con la cola. Alicante también desbordó las previsiones de organización, igual que en otras ciudades como Elche o Gandia, donde el mal tiempo no frenó a la ciudadanía.

En la ciudad de Valencia el transporte público que se dirigía al centro se colapsó. Los autobuses de la EMT circularon con menor frecuencia y las estaciones de metro se vieron desbordadas, lo que llevó a muchos ciudadanos a desplazarse a pie para sumarse a la protesta contra la guerra. Las previsiones de las organizaciones convocantes, que hacían un cálculo de 100.000 personas 48 horas antes de la protesta, se vieron rebasadas por una riada de gente que convirtió las banderas de sindicatos y partidos politicos en simples motas de color. Pese a que los organizadores intentaron retrasar la lectura de los manifiestos -el contrario a la guerra y un segundo en defensa de una RTVV pública y de calidad-, miles de personas seguían llegando tras acabar las intervenciones previstas. La manifestación, espontáneamente, tomó una vía alternativa al recorrido oficial a través de la calle de Colón después de horas espera para salir bajo un tiempo helado y lluvioso. Los organizadores de Campanya contra la Guerra ofrecieron la cifra de 500.000 asistentes, frente a los 100.000 facilitados por la Delegación del Gobierno. Fuentes de la Policía Local, que no estaba autorizada a ofrecer números, calcularon la asistencia en unas 280.000 personas.

En Alicante participaron 60.000 personas, según la organización, y 25.000, según la Policía Local. En Elche la cifra facilitada ascendió a 20.000; Gandia contabilizó 6.000 manifestantes y Vinaròs otras 1.000 personas. En todos los casos las previsiones de los convocantes se vieron ampliamente superadas.

La afluencia de personas a la manifestación de Castellón obligó a cambiar el recorrido -que estaba previsto en bucle- por el que desfilaron 25.000, según la organización y 10.000, según la Policía Nacional. En las tres capitales, las convocatorias fueron las más numerosas que se recuerdan y sólo admitieron comparación en algún caso con las manifestaciones realizadas tras el intento de golpe de Estado del 23-F. En todas las convocatorias, el protagonismo corrió a cargo de los ciudadanos y las entidades cívicas -ONG, organizaciones estudiantiles, vecinales, etc-.. Los sindicatos y los partidos políticos -todos a excepción del Partido Popular- también estuvieron presentes aunque sin el protagonismo de otras convocatorias.

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