La muerte de un ecuatoriano apaleado eleva a 14 los homicidios en 2003
El agresor le propinó multiples patadas en la cara cuando estaba caído en el suelo
La ola de criminalidad y de violencia continúa imparable en la Comunidad de Madrid. Un nuevo homicidio registrado en menos de 30 horas elevó ayer a 14 las muertes violentas registradas en la región. Un inmigrante ecuatoriano, Jorge Victoriano Silva Villacrés, de 33 años, murió pateado por un compatriota suyo durante una pelea con otro compatriota, cuando ya se encontraba moribundo en el suelo. La policía detuvo por la tarde a J. L. P. R., de 29 años y también de nacionalidad ecuatoriana, como supuesto autor del asesinato.
La pelea se produjo sobre las siete de la mañana en la confluencia de las calles de San Raimundo y Tenerife, en Tetuán. Las cuatro personas implicadas (tres hombres y una mujer) comenzaron a discutir por un asunto sin importancia, ya que todos estaban ebrios. De las palabras pasaron a las manos y de ahí a la agresión directa a Jorge Victoriano Silva. "Mientras yo estaba aparcando el coche, he visto que dos personas jóvenes se estaban pegando de puñetazos en la esquina de la calle. Me ha dado tanto miedo que he llegado incluso a dejar de mirar, y eso que estaba a unos 50 metros de distancia", señaló Jaime Montalbo, encargado de la empresa Sysdisur, dedicada a la distribución y mensajería.
La agresión duró más de cinco minutos. Fue el tiempo que tardó Montalbo en estacionar el vehículo, abrir el local y llamar a la policía. "Lo más duro fue cuando el herido estaba ya moribundo en el suelo y el agresor ha comenzado a pegarle patadas en la cara de una manera brutal. No ha parado hasta que se ha cansado, porque no atendía a razones", señaló este testigo.
La mujer comenzó a chillar y a pedir que el agresor dejara de pegarle. También gritaba su nombre, pero el autor de las patadas hizo caso omiso a las peticiones de la mujer. El homicida siguió pegándole hasta que se hartó y después se marchó con la mujer. "Se han ido justo cuando estaba llamando a la policía, por lo que no he podido ver por qué calle huían", añadió el empleado de Sysdisur.
Silva quedó tirado en el suelo, ya moribundo. Su compañero se agachó y cogió al herido por la cabeza, mientras intentaba consolarle. Tenía toda la cara ensangrentada. Las patadas que había recibido le habían fracturado todos los huesos de la cara, según informó un portavoz del Samur-Protección Civil. Al lugar se desplazó una UVI móvil, cuyos facultativos intentaron reanimar a la víctima durante más de media hora, que se encontraba inconsciente en el suelo y sufría una parada cardiorrespiratoria. La gravedad de las fracturas le impedía respirar, ya que tenía roto el tabique nasal y la boca llena de sangre como consecuencia de las fuertes hemorragias que sufría. Los facultativos lograron reanimarle.
Reanimación
El herido fue trasladado con carácter urgente al hospital Clínico, pero murió durante el trayecto. Los facultativos mantuvieron las maniobras de resucitación hasta la llegada al centro hospitalario, ya que el herido era un potencial donante de órganos. La víctima fue mantenida con vida artificialmente hasta el mediodía, cuando sus allegados autorizaron la donación.
El testimonio del compañero que auxilió al ecuatoriano fue determinante para la detención del supuesto autor del homicidio. Según los testigos, se trataba de una persona corpulenta, de 1,80 metros de estaturas y con el pelo moreno.
Los investigadores del Grupo V de Homicidios vigilaron el domicilio del supuesto autor hasta que éste regresó a él, momento en el que fue detenido. Después fue trasladado a la Jefatura Superior de Policía, donde ayer estaba pendiente de ser interrogado, antes de pasar a disposición judicial.
Esta muerte violenta eleva a 14 los homicidos registrados en la región desde enero. En el mismo periodo del año pasado (14 de febrero) se habían registrado 10 asesinatos.
Se entrega el asesino del vecino de Retiro
Antonio Pérez González, de 19 años y supuesto autor de las ocho puñaladas que costaron la vida al empresario José Valdés González, de 59 años, se entregó ayer en la unidad de Psiquiatría del hospital Gregorio Marañón, a las tres horas y media de producirse la mortal agresión. Valdés, propietario de una agencia inmobiliaria, fue cosido a cuchilladas cuando regresaba sobre las 21.30 de la noche del jueves a su domicilio de la calle de Sirio número 44, en el barrio de La Estrella (Retiro).El presunto homicida fue al centro acompañado de su padre, al que esa misma noche explicó durante la cena que "tenía la sensación de que acababa de matar a una persona". Pérez ingresó en la sección de Psiquiatría sobre las 0.55 de ayer. Nada más entrar, comentó a los médicos de guardia que creía que había matado a un hombre horas antes en el barrio de La Estrella. Los facultativos, que avisaron de inmediato a la policía, observaron al paciente y le diagnosticaron que sufría un trastorno depresivo, según fuentes de la Jefatura Superior de Policía. Fuentes sanitarias añadieron que el paciente no había sido tratado de problemas psiquiátricos con anterioridad.Al hospital se trasladó un coche patrulla del Cuerpo Nacional de Policía, cuyos componentes pidieron al padre que regresara a su casa para coger ropa de su hijo, ya que la que llevaba puesta fue recogida por los agentes para ser analizada por la Policía Científica. Se trataba de un pantalón vaquero de marca y una cazadora oscura ceñida. El joven, que carece de antecedentes, fue puesto a disposición del Grupo V de Homicidios, encargado del caso.
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