'Mayordomos digitales' transforman los servicios a través de Internet
La industria intensifica la adopción de agentes inteligentes en el 'software'
Un agente es un componente de software autónomo que actúa por encargo de su propietario para cumplir tareas, simples o complejas, sin un constante control o guía. Puede funcionar en entornos no predecibles o cooperar con otros agentes. Un agente puede ser desde el clip animado de ayuda de Microsoft Office a los mayordomos digitales que participan en programas que dan vida a los robots.
Estos componentes de inteligencia artificial han salido del laboratorio y grandes fabricantes como IBM, Microsoft, Siemens, Hewlett-Packard, BT o Motorola se han volcado en su desarrollo; pero también pequeñas compañías, más centradas en agentes para tareas específicas, como Lost Wax o Whitestein Technologies. PriceWaterhouseCoopers cree que las plataformas basadas en agentes serán integradas en las grandes aplicaciones y dejarán de ser un producto por sí mismas.
Muestra de la viveza de este sector es Agentcities, proyecto de unos 80 países para el desarrollo de agentes que ha reunido en Barcelona a investigadores y fabricantes de software para presentar los últimos resultados. El encuentro ha incluido AgentLink, red europea de investigadores.
El e-business está permitiendo buenas oportunidades para introducir la tecnología de agentes. Por ejemplo, los mercados electrónicos para la adquisición de materiales requieren agentes que puedan controlar los precios de un artículo, decidir cuál es el favorable, compararlo con el precio marcado por el cliente y ofertar en nombre del cliente.
Los agentes deben ser capaces de funcionar correctamente en infraestructuras diferentes para las que fueron concebidas y colaborar con agentes de otros fabricantes. La adopción de la tecnología de agentes, sin embargo, está chocando con numerosas barreras. La falta de estándares es una.
Hasta ahora no había muchas aplicaciones de agentes de software comerciales "y ahora están llegando al usuario final", afirma Ulises Cortés, coordinador del congreso Agentcities e investigador de la UPC. En poco tiempo se venderán, opina, agentes personalizados como si fueran un paquete de ofimática.
Europa es activa en el desarrollo de agentes, en especial en la creación de protocolos, la ingeniería de software y en aplicaciones para redes de telecomunicaciones y electricidad. Pero flaquea en el ámbito de las subastas, aplicaciones militares, el entretenimiento interactivo y los robots, justo donde reinan Estados Unidos y Japón. El V Programa Marco quiere poner remedio y dedica 50 millones de euros a una cuarentena de proyectos de investigación en agentes, según explicó Jöel Bacquet, coordinador de la unidad dedicada a estos programas. España dispone de un fuerte grupo de investigadores universitarios (un ejemplo es un proyecto para facilitar la asignación de trasplantes vía electrónica). Las aplicaciones comerciales de esta tecnología hasta ahora sólo han trascendido en un puñado de empresas, como Agent Inspired o iSOCO. Esta última ha introducido su agregador inteligente en la aplicación Web Microsoft Bcentral.
Hay varios ejemplos del éxito del empleo de agentes. La aerolínea Southwest Airlines ha aumentado sus ingresos en 10 millones de dólares mediante la simulación de las rutas de cargas.
Se trata de pasar de la era de la eficiencia a la flexibilidad empresarial, tercia Navi Radjou, analista de Forrester Resarch. Durante el año pasado, añade, "grandes fabricantes como SAP, IBM e Icosystem hicieron mucho ruido con sus apuestas por agentes". ¿Ha llegado el momento a los agentes?, cuestiona . "Sólo si los usuarios entienden el valor de negocio de esta tecnología lo aprovecharán".
En caso de no llevar la tecnología de agentes a los negocios, existe la posibilidad de que las empresas colapsen por el acelerado crecimiento del outsourcing global, el encogimiento del ciclo de vida de los productos y la demanda voluble. No es broma: Ford encarga fuera el 60% de las actividades de ingeniería; Nike fabrica el 80% en factorías ajenas del Extremo Oriente; Ericsson tuvo problemas, a pesar de su eficiencia, por falta de flexibilidad con los suministros.
Resistencias culturales
Pero los agentes no son una solución para todo, matiza Onn Shehory, experto de IBM en Israel. Normalmente son buenos para sistemas con múltiples componentes, distribuidos sobre una red, exhiben cambios dinámicos, manejan grandes cantidades de información de fuentes múltiples y heterogéneas y requieren un comportamiento autónomo.
Según Shehory, en el terreno del comercio electrónico los agentes no han cubierto las expectativas. La lenta adopción se debe a que "el B2B todavía está adoptando la primera generación de infraestructuras de mercados electrónicos, mientras que los agentes se encuentran en una segunda generación".
También cuenta la responsabilidad de los fabricantes de agentes: "¿Qué sucedería si un agente realiza un mal acuerdo por encargo de un comprador?", inquiere el investigador de IBM. Así pesan las barreras culturales y psicológicas: "¿Delegaría la toma de decisiones financieras a un software autónomo?".
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