Art Futura premia la nueva estética del videojuego español

Insonik, un juego combinado con la composición musical, fue el ganador de la pasada edición de ArtFutura. Era la primera vez que esta reunión artística daba cabida a los videojuegos. Muchos de los 50 proyectos presentados mostraron una estética diferente a los videojuegos comerciales.

En Insonik el jugador se convierte en un personaje que pilota una pequeña nave a través de un laberinto en un universo musical. En su recorrido encuentra instrumentos y sonidos con los que puede interactuar. Cuando se acerca a un sonido, cada vez se oye más fuerte. Si lo coge y lo pone cerca de otro sonido puede conseguir una melodía, escuchándose más los sonidos que están cerca de la nave y quedando en segundo plano los lejanos.

Además es posible enlazar instrumentos a la nave. Como éstos le acompañan en su travesía, se convierten en la base musical, normalmente rítmica, de la composición. Insonik permite también editar los sonidos capturados para acelerarles el ritmo o cambiarles el tono. De esta forma, y en un espacio tridimensional, se consiguen crear composiciones, de estilo tecno en su mayoría, con agilidad.

Sin embargo se trata de un juego y en este caso los enemigos son unos bichos que si no se les destruye atacan a las composiciones dejándolas arrítmicas o sin melodía principal al eliminar sonidos con sus agresiones.

Julio Hardisson, cabeza visible de la sociedad Innothna, se muestra sorprendido por el premio a pesar de que su grupo, como gustan llamarse, lleva cinco años trabajando en la expresión interactiva. Primero desde el centro de recursos multimedia para artistas independientes Hangar, y ahora desde sus propias oficinas, donde trabajan los cuatro miembros responsables de Insonik.

Desde entonces persiguen la fórmula ideal para transmitir ideas y creen que la clave está en los videojuegos, "en el terreno de la experiencia interactiva, sólo un videojuego es capaz de llegar a niveles tan elevados de inmersión y complejidad".

Dedican su tiempo al desarrollo comercial y a la experimentación a partes iguales. El sueldo se lo ganan trabajando para páginas de grandes compañías, a las que desarrollan juegos en formato Flash para promocionar sus productos. "Esto nos ha formado como profesionales y nos ha enseñado que hay que terminar lo que se empieza".

El bagaje acumulado en la utilización de herramientas como Macromedia Director, 3D Studio Max y Flash, entre otros, es el que les ha permitido crear el juego ganador en sólo dos meses de tiempo.

Con los 6.000 euros del premio se abren nuevos sueños y posibilidades para mejorar Insonik. "Nos encantaría hacer juegos para consola, pero desconocemos profundamente ese mundo y nos parece un entorno muy cerrado, no sabríamos ni por dónde empezar. El siguiente paso es añadirle un criterio de creación y puntuación, para que el jugador vea recompensado su esfuerzo, aunque es complicado al ser un juego de creación musical".