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AMENAZA DE GUERRA | El plan franco-alemán

Rusia se suma a la coalición de Alemania y Francia para intentar frenar la guerra

París, Berlín y Moscú exigen a Washington que se den todas las oportunidades a la paz

A cuatro días de una reunión crucial del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, aquí está la respuesta a la Carta de los Ocho en apoyo del belicismo estadounidense: Rusia, Alemania y Francia pidieron ayer que se impida la guerra en Irak y se den "todas las oportunidades" a su desarme por medios pacíficos. Ésta es la esencia de la declaración común de los tres países, que fue difundida personalmente por el presidente francés, Jacques Chirac, con su homólogo ruso, Vladímir Putin, a su lado. Este último corroboró las palabras de su anfitrión y ofreció aviones rusos para colaborar en las inspecciones.

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La coalición franco-alemana contra la guerra se convierte así en un trío de países, dos de ellos, Rusia y Francia, miembros permanentes del Consejo de Seguridad. Tras las intensas gestiones desarrolladas durante el fin de semana, Chirac parece muy seguro de que los partidarios de la guerra -EE UU, Reino Unido, España- están en minoría. La declaración tripartita acaba afirmando que su posición común es "la de un gran número de países, principalmente en el seno del Consejo de Seguridad".

Era el primer día de los tres previstos para la estancia oficial de Putin en Francia. Chirac acudió a recoger a su visitante al aeropuerto y se encerró con él y los respectivos ministros de Exteriores en el Elíseo. Enfundados en sendos trajes oscuros, Putin y Chirac se presentaron ante la prensa con caras serias, subrayando la gravedad del momento y la importancia del pulso que están echándole a EE UU.

Chirac desplegó enseguida la cuartilla que contiene la declaración común ruso-franco-alemana y la leyó. Se trata de un gesto político, más que de un documento detallado, en el que se reafirma el desarme de Irak como "objetivo común de la comunidad internacional", pero se constata que "hay un debate" sobre los medios para conseguirlo. Sin perjuicio de continuar "en el espíritu de amistad y de respeto que caracteriza nuestras relaciones con EE UU y otros países", lo que los tres firmantes desean es que continúen las inspecciones, "que ya han producido resultados".

"Aún hay una alternativa a la guerra", asevera el texto de la declaración ruso-franco-alemana, que no cierra por completo la puerta de la guerra -"el uso de la fuerza no puede constituir más que un último recurso"-, pero deja muy claro que la hora del ataque no ha llegado: "Rusia, Alemania y Francia están decididos a dar todas las oportunidades al desarme de Irak en la paz".

Tras la declaración común, todo cuanto añadieron los presidentes de Francia y Rusia reforzó la idea de impedir la guerra que trata de desencadenar Washington. Así, Vladímir Putin se toma en serio las "pruebas" aportadas la semana pasada por Colin Powell al Consejo de Seguridad, pero considera que la consecuencia de esto es que "los inspectores internacionales las verifiquen". Y Chirac martilleó: "Nada justifica hoy una guerra"; "no hay pruebas indiscutibles"; "esa región no necesita una guerra suplementaria".

Con Jacques Chirac al frente de la manifestación, el frente político interno está completamente apaciguado en Francia. El ex ministro socialista Jack Lang lanzó un "¡bravo, Francia!" al enterarse del veto interpuesto por París al uso de la OTAN. Y el 73% de los franceses se muestra a favor de que Francia use su derecho de veto en la ONU si los estadounidenses proponen atacar a Irak, según un sondeo que hoy publicará Le Figaro. Jacques Chirac se ha metido a Francia en el bolsillo y además cree que su posición sobre la crisis iraquí cuenta con el favor de "la mayoría de la población mundial" y de muchos de sus dirigentes.

El presidente francés, Jacques Chirac (derecha), junto al presidente ruso, Vladímir Putin, ayer en el Elíseo.
El presidente francés, Jacques Chirac (derecha), junto al presidente ruso, Vladímir Putin, ayer en el Elíseo.EPA

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