Hallado el cadáver de la doctora desaparecida en Tarragona tras la confesión de su novio
El acusado conduce a la policía al lugar del crimen después de llegar a El Prat desde Holanda
La policía encontró en la tarde de ayer el cadáver de la doctora Gloria Sanz Silva, desaparecida en Tarragona el pasado 18 de enero, después de que su novio, Fernando Adalid Penas, confesase la autoría del crimen y condujese a los agentes al lugar donde abandonó el cadáver de la mujer tras matarla a golpes, en una zona boscosa situada a unos 25 kilómetros de Barcelona, en el término municipal de Vallirana. El hombre reconoció el asesinato mientras volaba a España procedente de Holanda, tras haber accedido a la orden de extradición.
Adalid, de 32 años, se había convertido en el principal sospechoso de la desaparición de su novia porque había huido de España seis días después de que se le perdiera el rastro a la mujer. Las manchas de sangre halladas en el maletero del taxi con el que trabajaba y sus declaraciones contradictorias al ser interrogado habían estrechado el cerco inculpatorio contra él. Pero nunca había confesado. Lo hizo ayer, mientras volaba a El Prat procedente de Amsterdam, donde fue detenido por la policía holandesa el pasado día 4.
Al llegar al aeropuerto de Barcelona, el novio subió en un vehículo todoterreno y condujo a los agentes que lo custodiaban y a los responsables de la investigación al lugar donde estaba el cadáver, en la urbanización El Lladoner, situada en el término de Vallirana, cerca de la carretera N-340 de Barcelona a Valencia y antes de iniciar la subida al puerto de L'Ordal.
Fuentes de la investigación explicaron que el cuerpo estaba oculto en unos matorrales de un camino estrecho que hacía muy difícil su localización. El cadáver presentaba signos de violencia en el cráneo, lo que hace pensar que falleció a consecuencia de los golpes recibidos el mismo día de la desaparición. Los 23 días transcurridos desde entonces habían provocado ya el inicio del proceso de descomposición de la víctima.
La titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Vilafranca del Penedès, acudió sobre las 19.30 horas para levantar el cadáver. La autopsia se realizará hoy en Barcelona para verificar plenamente que el cuerpo corresponde al de Gloria Sanz. Fernando Adalid, por su parte, está previsto que declare hoy en el Juzgado de Instrucción número 2 de Tarragona que investigaba la desaparición de la doctora.
Las hipótesis policiales señalan que Adalid asesinó a su novio sobre las 14 horas del pasado 18 de enero, en la casa de Tarragona que la mujer compartía con sus padres. Posteriormente, el novio abandonó el vehículo de Gloria Sanz en el barrio de Torreforta, al sur de la ciudad para despistar a los investigadores, colocó el cadáver en el maletero de su coche y partió en dirección a Barcelona. A unos 25 kilómetros de la capital catalana decidió abandonar el cadáver.
Al día siguiente, cuando se le comunicó que Gloria no había acudido a trabajar al centro médico de Reus y que se le daba por desaparecida, el novio llegó descompuesto a casa de la familia de la joven, donde se supone que la mató. Fue la última vez que le vieron, fingidamente compungido, los padres y hermana de Gloria Sanz. Los investigadores lo interrogaron el miércoles siguiente y descubrieron que se había hecho pasar durante dos años y medio por profesor de inglés cuando en realidad llevaba 10 trabajando como taxista en Barcelona. Los policías encargados del caso descubrieron manchas de sangre en la alfombrilla del maletero. Al día siguiente, el joven, ya convertido en el principal sospechoso del caso, salió de España en un vuelo hacia Amsterdam.
La policía española cursó una orden de detención internacional. En Amsterdam, Adalid fue arrestado sin oponer resistencia el pasado día 4, cuando se dirigía a un cajero automático a extraer dinero, aunque ya llevaba consigo 3.000 euros. Según la policía, tenía intenciones de marcharse a EE UU (de hecho se llegó a decir que había pasado por varios aeródromos norteamericanos) y realizó un periplo por diferentes aeropuertos del sur de Holanda para regresar a Amsterdam. El detenido proclamó su inocencia y explicó que su presencia en Amsterdam obedecía a la búsqueda de su novia.
Cartas exculpatorias
Conocedor a través de Internet de las noticias que le implicaban en el caso, Adalid escribió tres días antes de su detención a un diario local de Tarragona en el que reiteraba su inocencia y explicaba que la sangre hallada en el maletero de su taxi era la procedente de un corte que la mujer se había hecho con una cafetera en un traslado de pertenencias. También negaba que la desaparición de la joven estuviera relacionada con la voluntad de ésta de suspender temporalmente su relación, una noticia que la mujer comunicó a Adalid la noche de la desaparición. Los investigadores adscritos al caso ya sabían que se enfrentaban a "un mentiroso compulsivo" y en su viaje de Amsterdam a Barcelona les acompañó un psicólogo para obtener la confesión del sospechoso.
Por otra parte, la Generalitat ha convocado para hoy cinco minutos de silencio en la plaza de Sant Jaume de Barcelona en repulsa por el crimen.
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