Rato pide al PSOE que oiga a Solana y no repita el "peregrinaje" de la OTAN

El vicepresidente segundo y ministro de Economía, Rodrigo Rato, acusó ayer al PSOE de haber "perdido el norte" en política internacional al no respaldar la postura favorable a una guerra preventiva del Gobierno español en la crisis de Irak. No puede ser, dijo el vicepresidente, que "cada vez que hay un cambio de líder en el PSOE" haya que hacer "el mismo peregrinaje", en referencia a la "lenta y costosa" evolución de los socialistas, que acabó hace casi dos décadas con el ingreso de España en la OTAN.

Los socialistas, añadió el vicepresidente, "no siempre han hecho las cosas de la manera más clara" y no siempre "han dicho la verdad a sus votantes". Rato aludió al ingreso de España en la organización militar tras un referéndum en los años ochenta, después de haberlo negado en el programa electoral que dio el triunfo al PSOE en el año 1982. "Lamento que tengamos que escuchar lo mismo que en aquella época; la sociedad española no se lo merece", añadió Rato durante un coloquio con empresarios y banqueros organizado por el Foro del diario ABC.

Desprecio a Solana

En estos momentos "da la casualidad" de que tenemos a un español al frente de la política exterior europea y que "además es socialista", dijo Rato en referencia a Javier Solana. Es "inaceptable" que sus opiniones sean "despreciadas" y calificadas de "irrelevantes" por los actuales dirigentes socialistas, continuó Rato. "El PSOE no puede tirar por la borda 20 años de buen camino".

Tras la intervención la pasada semana del secretario de Estado estadounidense Colin Powell ante el Consejo de Seguridad de la ONU, Solana dijo que las pruebas presentadas contra Irak demostraban de forma "innegable" e "irrefutable" la ocultación por parte de Bagdad de armamento de destrucción masiva. El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, sostuvo entonces que "para desarmar a Irak no es necesaria una guerra" y defendió una nueva resolución de Naciones Unidas para dar más tiempo a los inspectores.

Pero aún en el caso de que esta resolución abriera la puerta a una intervención militar, los socialistas estarían en contra de la guerra, según explico Zapatero. La interpretación ayer de Rato es que esa postura supone que los socialistas "niegan a la ONU la capacidad de decidir" y representa una vuelta a los años ochenta "inadmisible".

En respuesta a la cuestión de si la postura favorable a la guerra del Gobierno español puede no haber sido comprendida por la opinión pública, Rato se limitó a señalar el respaldo a las resoluciones de la ONU, como "hemos hecho siempre". Irak es un régimen "agresivo y agresor" y "hay que garantizar que las resoluciones de la ONU se cumplen".