Miles de personas rechazan el terrorismo con su silencio en Euskadi
Frente a la violencia de ETA, el silencio. Ése fue el arma que esgrimieron ayer miles de personas en toda Euskadi para repudiar el atentado que costó la vida el pasado sábado en Andoain (Guipúzcoa) al militante socialista y sargento de la policía municipal de Andoain, Joseba Pagazaurtundua. Lo hicieron ante las instituciones locales, regionales y autonómicas, ante los palacios de justicia y con un sentimiento unánime de rabia y rechazo al terrorismo. Sólo el PP se desmarcó del resto de los partidos democráticos y se negó a secundar las concentraciones convocadas por el lehendakari, Juan José Ibarretxe, para poner de relieve "su ambigüedad en la lucha contra ETA".
La mayoría de los actos de protesta estaban convocados para mediodía. También el que se desarrolló en Andoain, el más emotivo. En la plaza del Ayuntamiento, a escasos 200 metros del lugar en el que Pagazaurtundua cayó asesinado, cientos de personas se concentraron en silencio durante 15 minutos. Allí estaba el secretario general de los socialistas guipuzcoanos, Manuel Huertas; concejales del PSE-EE y PNV-EA de la localidad y alguien que conoció de cerca el zarpazo del terrorismo de ETA, Iñaki Dubreuil, víctima de un atentado con dos muertos.
Los ediles de PP en Andoain no acudieron a recordar a su compañero de corporación, porque el acto había sido convocado por el lehendakari. Lo mismo ocurrió en San Sebastián, donde sólo socialistas y nacionalistas expresaron su repulsa al asesinato. "Es triste" que se diga que esta convocatoria es "la de Ibarretxe o la de la Federación de Municipios y Provincias o la del PSE / EE. Es la de todos", dijo al término de la concentración el alcalde donostiarra, Odón Elorza. "Pagazaurtundua es un muerto de todo el pueblo, de todos los demócratas vascos y españoles". Su ex socia de Gobierno María San Gil, del PP, replicó después que su partido no está "dispuesto a secundar la convocatoria de Ibarretxe hasta que se comprometa realmente en la lucha contra ETA y su entorno".
'Liturgia de la piedad'
El silencio se repitió en las concentraciones celebradas en la Diputación de Guipúzcoa, ante la sede del Palacio de Justicia de Bilbao, a las puertas de la sede del PNV y de UGT en la capital vizcaína, así como en el resto de ciudades españolas en concentraciones convocadas por la Federación de Municipios. También se multiplicaron en Álava los actos de protesta. En uno de ellos participó el lehendakari con unos 200 funcionarios, en Lakua.
Cerca de allí, ante el Ayuntamiento de Vitoria, el secretario general del PSE-EE de Álava, Javier Rojo, aseguraba: "Los socialistas estamos hartos de la liturgia de la piedad". Y responsabilizó a Ibarretxe de "todo" lo que les está "sucediendo". El portavoz del Gobierno vasco, Josu Jon Imaz respondió así a este tipo de críticas: "No debemos equivocarnos de enemigo".
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