"Ya puedo irme a casa en paz"

Larga vida al mejor jugador de la historia del baloncesto. En la noche del 9 de febrero de 2003 la NBA rindió pleitesía a Michael Jordan en una de las ediciones más emocionantes del all stars. Minutos antes del comienzo del encuentro, Vince Carter le cedió su puesto en el quinteto titular de la Conferencia Este. Allen Iverson y Tracy McGrady le ofrecieron su sitio, pero el legendario número 23 lo rechazó. Carter, en principio, fue el único que se negó a hacerlo. Pero luego, en un instante de lucidez después de dos semanas de pataletas de crío, permitió que Jordan saltara de entrada a la pista en su puesto. Faltaría más.

El equipo del Este se puso de inmediato al servicio de Jordan, que lanzó a la canasta cuando y como quiso. Sus siete primeros tiros no fueron atinados, pero eso era lo de menos. Se haría esperar, pero el instante mágico llegaría tarde o temprano. A falta de cinco segundos para el final de la primera prorroga, consiguió, al fin, uno de esos encestes que le encumbraron: una suspensión a seis metros del aro, con un defensor separado por milímetros. Habría sido la canasta del triunfo de los suyos, pero una ingenuidad de Jermaine O'Neal frustró el final feliz.

"Ahora puedo dejar el juego. Ya puedo irme a casa y sentirme en paz sobre mi decisión de dejar el baloncesto. Mi tiempo ha llegado y es hora de dar paso a las nuevas generaciones. Ya lo hicieron Julius Erving y Magic Johnson. Los jóvenes son los encargados de continuar con la tradición", declaró un emocionado Jordan.

Durante la ceremonia de homenaje, Mariah Carey, ataviada con la camiseta con el número 23 del Chicago Bulls y el Washington Wizards, le dedicó la canción titulada Héroe.

Garnett, el más valioso

Con el mismo vestuario con el que se disputó el all stars de 1988, los mejores jugadores de 2003 revivieron los dorados años 80. La victoria fue para la Conferencia Oeste (155-145) tras dos prórrogas. Kevin Garnett, alero del Minnesota Timberwolves, consiguió 37 puntos y nueve rebotes y fue elegido el jugador más valioso del partido.