La campaña de poda durará todo el año y afectará a cuatro de cada diez árboles de Barcelona
El Ayuntamiento de Barcelona tiene previsto podar un total de 64.000 árboles de los 152.230 que hay en las calles de la ciudad durante la campaña de poda del arbolado viario que empezó el pasado 11 de noviembre y terminará el 31 de octubre de este año.
La principal novedad de la campaña de este año, que cuenta con un presupuesto de dos millones de euros, radica en su duración. El Ayuntamiento ha decidido mantener el número de efectivos -11 brigadas de seis personas cada una- durante todo el año mientras que hasta ahora siempre se habían llevado a cabo campañas concretas de unos tres meses de duración.
Nuevas campañas
A la campaña de mantenimiento hay que sumarle la de formación y la excepcional. La primera también durará todo el año y actuará sobre 10.000 árboles durante los tres primeros años después de su plantación, informó ayer la presidenta de Parques y Jardines y cuarta teniente de alcalde, Imma Mayol, durante el balance del programa de poda. Esta acción permite corregir, en determinados casos, la dirección de las ramas y evita futuras actuaciones.
La excepcional sólo se realiza de noviembre a finales de abril y está destinada a rehacer la estructura de los árboles que sean un obstáculo y tapen semáforos, luces o señales de la vía pública. Durante esta campaña el número de empleados aumentará a 120.
Mayol explicó que en la década de 1970 se practicó en Barcelona una poda "excesiva", de la que los árboles han tardado años en recuperarse. "Por esta razón no se ha realizado una poda excepcional como la que ahora emprendemos desde hace 12 años", añadió.
La campaña se inscribe en el Plan de Gestión del Arbolado Viario de Barcelona, elaborado el pasado mes de octubre por la Comisión de Sostenibilidad y Ecología Urbana del Ayuntamiento.
Durante la campaña 2002- 2003 se sustituirán un total de 3.000 árboles enfermos. La mayoría de ellos son plátanos y las principales enfermedades que sufren son chancro (originada por un hongo), estrés hídrico y las derivadas de la contaminación. El alto número de árboles de la misma especie hace que el contagio sea más fácil; por eso se aprovechará la sustitución para plantar nuevas especies y aumentar la biodiversidad.
Una vez acabada la campaña de poda, el Instituto Municipal de Parques y Jardines calcula que con los restos de los árboles obtendrá unas 700 toneladas de compuesto.
Los distritos que más árboles tienen son los de Sant Martí (31.071), Eixample (22.956), Sant Andreu (15.809) y Nou Barris (15.381). En el otro extremo se encuentran Gràcia y Ciutat Vella con cerca de 7.000. El porcentaje más alto de poda se llevará a cabo en el Eixample, donde afectará al 68% de los árboles, y en Gràcia, que alcanzará al 44%.
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