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El Ayuntamiento de Sevilla tardará aún dos semanas en realojar a los rumanos con papeles

Los servicios de limpieza retiran 46 chabolas y dejan siete en pie bajo la autovía A-49

Los servicios de limpieza del Ayuntamiento de Sevilla comenzaron el sábado a derribar las chabolas construidas a la salida de la ciudad, bajo la autovía A-49, en las que durante más de cuatro años han vivido unos 150 inmigrantes rumanos. Ayer, acudieron a inspeccionar la tarea hasta cuatro concejales socialistas. Ya han caído bajo los efectos de las palas mecánicas 46 infraviviendas. Aún quedan siete más en pie, que seguirán alojando a la escasa quincena de inmigrantes con su documentación en regla durante las dos semanas como máximo que el Ayuntamiento tardará en encontrarles acomodo en pisos tutelados, según explicó la portavoz socialista, Evangelina Naranjo.

Naranjo aseguró que el asentamiento chabolista "pasará a la historia en pocos días". Mientras hablaba, uno de los inmigrantes preguntaba a sus espaldas: "¿Es la asistenta social?". La delegada de Medio Ambiente y portavoz socialista en el Ayuntamiento visitó el poblado rumano acompañada por sus compañeros de Bienestar Social (Piedad Bolaños), Seguridad Ciudadana (José Gallardo) y Salud y Estadística (Juan Carlos Raffo).

Según explicó la concejal, cuatro brigadas de la empresa municipal de limpieza Lipasam, con tres palas excavadoras y dos camiones, han estado trabajando en la desmantelación del poblado desde el sábado. Naranjo dijo que, finalmente, ni hizo falta autorización judicial -exigencia en la que el Ayuntamiento se había escudado repetidas veces para explicar el retraso en su intervención- ya que la entidad propietaria de los terrenos, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, había solicitado el derribo directamente a la Delegación del Gobierno y el Consistorio no ha tenido más que ejecutar dicha solicitud.

En el poblado sólo queda ya un grupo de inmigrantes regularizados, que no llega a alcanzar la veintena de personas, y que están pendientes de ser realojadas por el ayuntamiento en viviendas tuteladas por una ONG. La delegada de Bienestar Social, Piedad Bolaños, aseguró que "no se le va a entregar pisos a nadie de este asentamiento, como se ha difundido de forma falsa, pues serán alojados en viviendas tuteladas, donde deberán aceptar unas normas". "El objetivo es que aprendan convivencia y puedan insertarse en la sociedad sevillana", dijo Bolaños.

Menos inmigrantes

La delegada de Bienestar Social afirmó que en el asentamiento había menos inmigrantes regularizados de los que les había indicado la Delegación del Gobierno porque algunos de ellos se habían marchado ya del poblado.

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Uno de los que aún permanecen allí, Saba, de 26 años, se acercó a Bolaños para preguntarle por las viviendas y las ayudas prometidas. La concejal se esforzó por tranquilizarle, le aseguró que pronto podrían trasladarse a esos pisos tutelados y que, además, la Junta se encargaría de la escolarización de sus hijos (en el asentamiento quedaban ayer al menos seis) para que los adultos pudieran buscar trabajo.

El consejero de Gobernación de la Junta, Alfonso Perales, explicó ayer que las competencias, tanto del Ayuntamiento como del Gobierno andaluz, en el asentamiento rumano "se están ejecutando", si bien comentó que "el proceso de identificación de menores está aún en marcha, ya que todavía no se ha localizado a los progenitores de estos niños".

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