Los sindicatos de Ford calientan motores
Los trabajadores de la factoría deciden el miércoles la composición del comité de empresa
El miércoles, algo más 7.200 trabajadores de Ford Almussafes decidirán la composición de su comité de empresa. 35 representantes entre cinco sindicatos: UGT, CC OO, CGT, PUT y el sindicato de cuadros intermedios, Famif. Unos apuestan por el voto útil a favor de los mayoritarios (UGT y CC OO) y los otros por ser su contrapeso. Las urnas se abrirán por décima vez desde que Ford abrió su planta valenciana en 1976. Desde entonces, el panorama sindical ha variado sustancialmente. Las primeras elecciones, en 1977, dieron 41 de los 77 delegados del comité a USO, que en la actualidad no tiene representación. CC OO consiguió 18 delegados y UGT uno. Había ya entonces cinco sindicatos.
Hasta mediados de la semana próxima el comité de empresa estará compuesto por 15 delegados de UGT, el sindicato mayoritario y el que aglutina al 64% de la afiliación de la planta, siete de CC OO, cinco de la CGT, tres del PUT, nacida en 1997 de la escisión de CC OO, y dos de Famif. En el camino, ha quedado el SPV, otra de las escisiones que han sangrado la representación de CC OO, que obtuvo tres delegados en 1999 y que se disolvió en la legislatura que ahora acaba.
Las organizaciones UGT y CC OO mantienen que la atomización es negativa
UGT y CC OO mantienen que la atomización sindical es negativa. Sus secretarios generales, Cándido Méndez y José María Fidalgo, han pasado en las últimas semanas por la factoría para subrayar este mensaje. La propia dirección de la empresa ha manifestado en repetidas ocasiones que es más fácil hablar con pocos sindicatos.
El secretario general de UGT en Ford, Gonzalo Pino, defiende la trayectoria dialogante de los últimos años, agudizada en la negociación del último convenio colectivo, en la que el sindicato marcó la iniciativa de un acuerdo que al final firmó también CC OO. Pino recuerda que se ha logrado recolocar a los trabajadores de la planta de motores HCS, que se cerró el año pasado, con la excepción de alguno de los trabajadores más cualificados. Uno de los puntos básicos, en su opinión, es que la dirección empieza a entender que el aumento de la productividad va ligado al rejuvenecimiento de la plantilla (cuya edad media ronda los 51 años). Cree que el plan de jubilaciones anticipadas con relevo que se ultima en la planta "abre la puerta a futuras decisiones en los próximos años" y que podrían llegar a afectar a entre 3.000 y 4.000 trabajadores. Pino defiende que se ha borrado "la mala imagen que tenía Ford de Almussa-fes".
CC OO, por su parte, se enfrenta a las elecciones con una dirección renovada tras la firma del último convenio, a finales de 2001. Su actual secretario general, Miquel Rosaleny, defiende que uno de los errores cometidos por empresa y sindicatos fue alargar tanto el proceso y recuerda que el 42% de los trabajadores votó contra el acuerdo. También subraya que CC OO ha hecho desde entonces "un esfuerzo por resituarse" y su apuesta por participar en las decisiones que afectan a la planta, "pero planteando alternativas". Rosaleny recuerda la disolución del SPV, detrás del cual, dice, "no había ningún proyecto", asegura que sindicatos como el PUT quitan "fuerza" y espera que en estas elecciones se "aclare el panorama".
Para la CGT, el resultado de la votación al convenio debería reflejarse también el miércoles en las urnas. "Por lógica deberíamos subir", explica Paco García, uno de los delegados del sindicato. Sabe, además que "molestan" porque considera que ejercen de "conciencia" de las centrales mayoritarias. Una opinión similar a la del PUT, que entiende que no sean "cómodos" porque con su existencia UGT y CC OO tienen una "alternativa a su izquierda". El PUT cree que tiene posibilidades de ganar un delegado, que rozaron en 1999, según Esteban Muñoz, uno de sus responsables.
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