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Reportaje:

Hospitalizados en casa

El control médico de determinados enfermos en su hogar mejora la recuperación y reduce los costes

Cada vez son más los hospitales españoles que ofrecen a determinados enfermos la posibilidad de sustituir el ajetreo y la frialdad de las salas de hospitalización por el calor y la intimidad del propio hogar, sin que ello suponga para el paciente tener que renunciar a la seguridad y las posibilidades que le ofrecería la atención en el centro sanitario. Las primeras experiencias se iniciaron hace dos décadas y ahora hay ya 80 hospitales públicos que ofrecen este servicio a través de las unidades de hospitalización a domicilio, una alternativa asistencial que no sólo favorece la recuperación del paciente, sino que además reduce considerablemente los costes de la atención.

Los especialistas destacan el "efecto terapéutico" que ejerce el hogar sobre el paciente como una de las grandes ventajas de esta modalidad asistencial. Los hospitales que ofrecen este servivio han podido constatar que la permanencia del enfermo en su entorno familiar y social facilita su recuperación, reduce las recaídas y le proporciona mayor calidad de vida y bienestar psicológico. Por esta razón, la hospitalización a domicilio se está convirtiendo en un recurso especialmente indicado para niños y ancianos, que son los pacientes que toleran peor el alejamiento de su entorno durante la enfermedad. El seguimiento médico en casa en lugar del hospital supone, además, otra ventaja: evita al enfermo los riesgos de contraer infecciones nosocomiales. En estos momentos, siete de cada cien pacientes que ingresan en un hospital contraen una infección nosocomial mientras están ingresados.

Un 10% de los centros públicos ya ofrece el servicio de atención médica a domicilio
El coste puede llegar a ser entre tres y seis veces inferior al de la estancia hospitalaria
El sistema contribuye a descongestionar las clínicas y humanizar la asistencia al paciente

Pero esta emergente opción asistencial no sólo beneficia al paciente. Se está consolidando también como una herramienta eficaz para contribuir a descongestionar los hospitales, mejorar el aprovechamiento de los recursos sanitarios, racionalizar los costes y humanizar la asistencia sanitaria, algo muy importante en un contexto de creciente demanda asistencial debida al envejecimiento de la población. El coste de la atención de un paciente en el propio domicilio puede llegar a ser entre tres y seis veces inferior al de la misma asistencia realizada en el hospital.

Las principales ventajas de la hospitalización a domicilio han quedado demostradas en una prueba piloto realizada en dos centros catalanes en el marco del estudio europeo Chronic, cuyos resultados publica en su último número la revista especializada European Respiratory Journal. La experiencia, llevada a cabo en el Hospital Clínico y en el de Bellvitge de Barcelona con pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), ha demostrado que el tratamiento de estos pacientes en casa resulta un 38% más barato que el ingreso hospitalario y mejora notablemente la calidad de vida del enfermo y su recuperación.

"Es una de las alternativas asistenciales que los hospitales deberán incorporar a su cartera de servicios para adaptarse a los cambios en el sector de la salud", advierte Bernardo Valdivieso, vicepresidente de la Federación Española de Hospitalización a Domicilio y coordinador médico de la Unidad de Hospitalización a Domicilio del Hospital La Fe de Valencia.

Valdivieso explica que el abanico de enfermedades que pueden ser seguidas en el domicilio es muy amplio, aunque el paciente no debe encontrarse en una fase muy crítica de su enfermedad: patologías crónicas, como la enfermedad pulmonar obstructica crónica (EPOC), cáncer, cardiopatías, enfermedades infecciosas como el sida, entre otras, y, también, procesos de recuperación posquirúrgica.

Los enfermos son visitados de forma programada en su domicilio, tanto por el personal de enfermería como por los médicos, en función de las necesidades del paciente. Valdivieso recuerda que desde 1981, año en que se puso en marcha la primera unidad de hospitalización a domicilio de España -en el Hospital Provincial de Madrid-, ya se han creado servicios de este tipo en 80 de los 700 centros de la red hospitalaria pública, lo que representa poco más del 10% de los hospitales. Y está convencido de que esta modalidad asistencial seguirá extendiéndose hasta alcanzar un nivel de derivación de pacientes de entre el 15% y el 20%, porcentaje que ya se alcanza en países como Estados Unidos. En España sólo se envía a las unidades de hospitalización a domicilio al 5% de los pacientes atendidos en la red pública de hospitales. Es todavía una proporción baja, reconocen los expertos, pero nadie duda de que éste va a ser muy pronto un servicio del que los hospitales no podrán prescindir.

Las comunidades pioneras han ido incorporándolo progresivamente a su red de hospitales públicos hasta alcanzar cotas de cobertura considerables. Éste es el caso de la Comunidad Valenciana, donde el 60% de los centros ya dispone de unidades de hospitalización a domicilio que dan cobertura al 58,6% de la población. En el País Vasco se ofrece en seis hospitales, que durante el año pasado sumaron 4.182 ingresos (en el hogar) y 44.226 visitas a domicilio del personal médico.

En Cataluña, las cuatro unidades que existen dieron asistencia a 3.040 pacientes el año pasado. El 76% de ellos estuvieron ingresados inicialmente en las unidades de hospitalización de agudos y se acortó su estancia en el centro sanitario enviándoles a casa para seguir el tratamiento en ella. El resto de pacientes procedía de las salas de urgencias de los hospitales, desde donde se les derivó a su domicilio por falta de camas disponibles en el centro sanitario, según explica el director de la División de Atención Hospitalaria del Instituto Catalán de la Salud, Josep Navas Palacios.

La posibilidad de recibir en casa la misma atención que en el hospital no se ofrece a todos los pacientes, sino únicamente a los que reúnen una serie de requisitos, entre ellos la aceptación del propio enfermo y su familia. El hogar debe contar con un teléfono y estar situado en un área geográfica que garantice una adecuada atención asistencial (se considera óptimo que el trayecto entre el domicilio y el hospital se pueda recorrer en un máximo de 30 minutos). El enfermo debe contar con un familiar o cuidador que colabore con el equipo sanitario. "El paciente se considera ingresado en el hospital a todos los efectos, sin que deba renunciar a las posibilidades que ofrece la atención hospitalaria, aunque la asistencia la reciba en su medio habitual, su hogar, donde gana en calidad de vida y calor humano", asegura el vicepresidente de la Federación Española de Hospitalización a Domicilio.

Francisco Rodríguez, que sufre enfermedad pulmonar obstructiva crónica, en su casa de Barcelona.
Francisco Rodríguez, que sufre enfermedad pulmonar obstructiva crónica, en su casa de Barcelona.MARCEL.LÍ SÁENZ

Control permanente vía Internet

Francisco Rodríguez, un ex fumador de Barcelona de 64 años que sufre enfermedad pulmonar obstructiva crónica, tiene "auténtica fobia" a los hospitales. Motivos no le faltan. Desde hace nueve años, cuando se le diagnosticó la enfermedad, ha tenido que pasar largas temporadas hospitalizado, la última ocasión durante 28 días en la UVI del Hospital Clínico de Barcelona tras una operación de pulmón "que no dio los resultados esperados".

"Quedé harto de hospitales. Allí no tienes intimidad y estás al cuidado de otras personas, que son muy profesionales, pero nunca son como los tuyos", afirma. La propuesta que desde el hospital le hicieron para seguir tratamiento y atención en su propio domicilio le vino como anillo al dedo. Francisco Rodríguez ha sido uno de los pacientes que han participado en el estudio europeo Chronic, realizado en los hospitales de Bellvitge y Clínico de Barcelona para evaluar la eficacia de la hospitalización a domicilio con este tipo de pacientes.

Desde su casa, Francisco Rodríguez, con la ayuda de su mujer, puede medirse la tensión arterial, la capacidad pulmonar y el ritmo cardiaco. Los médicos pueden conocer los resultados de las pruebas al momento desde el hospital vía Internet.

En la experiencia piloto participaron 222 pacientes seleccionados en las salas de urgencias de los dos hospitales barceloneses. Todos sufrían enfermedad obstructiva crónica, una patología que afecta a un 20% de los fumadores y a un 9% de la población adulta española.

El coordinador del estudio, Josep Roca, del Instituto de Neumonía y Cirugía Torácica del Hospital Clínico de Barcelona, explica que las personas que padecen esta enfermedad pulmonar sufren crisis especialmente en invierno y "contribuyen a colapsar los servicios de urgencias".

Según Roca, en un 30% de los casos en que se opta por el ingreso hospitalario, éste podría sustituirse por una hospitalización domiciliaria. Ello no sólo beneficiaría a los pacientes, que según la prueba piloto se recuperan más rápidamente, sino también a las arcas de la sanidad pública: el coste de la atención de estos pacientes fue un 38% inferior al que supuso la asistencia de los enfermos que fueron ingresados en el hospital, entre 1.500 y 2.000 euros de media.

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