Nits d'Aielo finaliza con una denuncia contra los programadores

"Éste es un festival de denuncia contra los cómodos programadores de cultura de este país que basan las actividades en etiquetas", así definía ayer Llorenç Barber, director de Nits d'Aielo i Art, el festival de dos veladas con las propuestas artísticas más vanguardistas del momento. Por el auditorio municipal de esta pequeña población de la Vall d'Albaida que vio nacer al músico Barber, han pasado este año 15 grupos distintos, todos introducidos por el artífice del festival y con propuestas musicales y teatrales nuevas.

Varias perfomances, flamenco joven, electroacústica y bandas de música acompañadas de tocadiscos han desfilado de forma casi ininterrumpida durante las dos noches del viernes y sábado. De todas ellas Barber ha querido destacar el concierto en solitario de la flautista californiana Jane Riegler, capaz de cantar mientras hacía sonar una flauta. Para Barber, Riegler es una de las mejores flautistas del mundo. En la inauguración del viernes, concedida al musicólogo catalán Tres, se quiso extraer la música del silencio, bajo el título Cocktail Silencioso el público bebió vino y comió aperitivos durante 30 minutos sin escucharse más que cuatro tubas simulando barcos en alta mar.