La OTAN no logra aprobar la ayuda que pide EE UU

La división aliada ante el conflicto de Irak volvió a manifestarse ayer de manera explícita. El Consejo Atlántico fue incapaz de responder positivamente a la solicitud de apoyo que EE UU planteó hace tres semanas. Francia, Alemania y Bélgica fueron la punta de lanza que impidió el consenso para aprobar los planes de contingencia ante una eventual guerra. El presidente George W. Bush afirmó anoche que Sadan ya ha autorizado a sus generales a usar las armas químicas "que dice no tener".

El Consejo Atlántico, formado por los embajadores de los 19 países miembros, entre ellos España,fue escenario de un agrio debate, según diversas fuentes. Ni lord Robertson, secretario general de la OTAN, ni el representante norteamericano, Nicholas Burns, lograron convencer a franceses, alemanes y belgas de acceder a la solicitud de cesión de aviones de vigilancia AWACS, de apoyo logístico a los países que entren directamente en guerra y de activación de planes colectivos. El único acuerdo fue el de garantizar la defensa de Turquía, socio de la Alianza y país fronterizo con Pakistán.

Para intentar salir de la grave situación creada, Robertson recurrió a una fórmula empleada en otras ocasiones: el procedimiento de silencio. Los expertos empiezan a elaborar los planes de asistencia como si hubiera luz verde. Si antes de las diez de la mañana del próximo lunes ningún país ha presentado por escrito su veto -si no se rompe el silencio-, los planes se dan por aprobados. En caso contrario, el acuerdo se rompe y hay que volver a empezar.

Mientras, los jefes de los inspectores, Hans Blix y Mohamed el Baradei, dijeron ayer en Londres, tras reunirse con Tony Blair, que Bagdad debe cambiar radicalmente y demostrar que ha destruido sus arsenales de armas prohibidas. "Si no lo hacen, nuestros informes del viernes próximo [ante el Consejo de Seguridad] no serán lo que deberían ser".