Hasso Schutzendorf, empresario turístico en Mallorca
El excéntrico industrial turístico alemán radicado en Mallorca Hasso Schutzendorf, propietario de una de las primeras empresas de alquiler de automóviles, Hasso, falleció el martes en Palma a los 79 años de edad, víctima de una enfermedad pulmonar.
Se casó en seis ocasiones y tuvo tres hijos, con los que había roto. Su viuda, Astrid García Prieto, es una ciudadana colombiana. Residía en una finca rodeado de leones y un chimpancé y creó una fundación para atender animales desperdigados. Por cuestiones financieras y de salud -decía- Hasso pasaba muchas temporadas en Andorra, donde mantenía su domicilio fiscal.
Soldado durante la Segunda Guerra Mundial, narraba que había estado internado en campos de concentración por ser proamericano. Se instaló en la España de Franco en los años cincuenta y comenzó a amasar su fortuna importando agujas y otras manufacturas. En Castelldefels, Barcelona, con un sólo Seat 600, estableció su red de alquiler y llegó a poseer una flota de más de 5.000 coches. Fue un pionero en el desarrollo del turismo interior en Baleares al crear una gran oferta de alquiler de utilitarios en los hoteles y en el aeropuerto, coincidiendo con la gran expansión turística.
En los años de apertura comercial a la Europa del Este, hizo grandes negocios al revender cada año sus miles de coches usados durante un verano, tras ser adquiridos sin los impuestos de uso particular. Explicaba que ganaba miles de millones de pesetas al año. En la última década protagonizó polémicos episodios en la prensa sensacionalista y en los espacios rosa de televisión de Alemania y España, al proclamar que buscaba una mujer joven para compartir su vida y su fortuna. Sus sucesivas bodas en Los Ángeles se relataban como legendarias y sus opiniones sobre las mujeres en muchas ocasiones llegaron a resultar prepotentes y ofensivas.-
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