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INVESTIGACIÓN

Empresas españolas ayudan a que Internet hable un lenguaje inteligible por ordenador

El proyecto de la Web Semántica, impulsado por Tim Berners-Lee, padre de la WWW, permitirá a los ordenadores en la Red ejecutar muchas tareas que ahora deben controlar los usuarios

En la web del futuro cada palabra tendrá una etiqueta que la defina -como cada producto lleva su código de barras-. El problema es que Internet es una Babel "caótica y desordenada", incomprensible para los ordenadores, que ahora no son capaces ni de sacar una entrada en una ventanilla virtual por sí mismos. Por eso, "cualquier búsqueda inteligente se hace tan difícil", explica Carles Serra, del CSIC.

La Web Semántica es el proyecto encaminado a que la World Wide Web (WWW) hable un lenguaje inteligible para los ordenadores. Tiene un mentor de excepción, Tim Berners-Lee, padre de la WWW, que en el año 2000 convenció al World Wide Web Consortium (organismo regulador de la WWW) para que apoyara su nuevo proyecto.

Más información
EJEMPLO DE PÁGINA WEB SEMÁNTICA:
WEB SEMANTIC A W3C:
INSTITUTO DE INVESTIGACIÓN EN INTELIGENCIA ARTIFICIAL:
ISOCO:
INDRA:
W3C:
GRUPO PROCESAMIENTO LENGUAJE:
META4:
ESPERONTO:

El problema básico es que Internet está hecha por los hombres para los hombres. "La web está diseñada para humanos, hay palabras que nosotros entendemos pero la máquina no, hay que añadir semántica para que las máquinas la entiendan", afirma Richard Benjamins, de la empresa Isoco. Por eso, los buscadores recurren a sistemas basados en la lista de las páginas porque no comprenden lo que clasifican.

Masfit es un agente pescadero. Un programa de software diseñado para pujar simultáneamente en las lonjas de Vilanova y Tarragona, donde se sigue el tradicional sistema de puja a la baja. Masfit tiene que decidir solito en qué momento detiene la puja y se hace con una entrega de sardinas antes de que algún competidor se le adelante. "La idea de un agente es que si yo le pido algo decida si lo hace o no", explica Serra, jefe del grupo del Instituto de Investigación en Inteligencia Artificial (CSIC) que ha diseñado Masfit.

Un agente, aclara Serra, "es autónomo y no tenemos que interactuar con él para que tome decisiones". Si la Web Semántica cuaja se llenará de agentes como Masfit, trajinando de un lado para otro mientras buscan el billete de avión que más conviene para nuestras vacaciones.

La cuestión de la Internet del futuro es "delegar las tareas en agentes de software", dice Benjamins. Para que sea posible, los agentes de software deben leer el lenguaje de la Red. Y ahí es donde la Web Semántica da su respuesta: las ontologías, que "además de facilitar la comunicación entre agentes dotarán de significado a las páginas", señala Serra.

"Hace falta que cuando un agente se encuentre el término banco sepa distinguir entre un lugar para sentarse y un sitio donde se guarda dinero", explica Asunción Gómez Pérez, investigadora de la UPM y miembro del proyecto europeo Esperonto, que desarrolla la tecnología para transformar páginas actuales en sitios de la Web Semántica. Su grupo trabaja en el desarrollo de las ontologías, los elementos clave que aspiran a convertirse en la esencia de esta web, la parte más peliaguda que el proyecto tendrá que acometer: no es sólo una cuestión técnica.

Las ontologías hacen las veces de diccionarios que servirán para definir (etiquetar) con precisión cada uno de los términos de la Web Semántica y establecer sus propiedades y sus relaciones con otros conceptos, de manera que cuando un agente de software se tope con ellos interprete con precisión su significado y sepa que precio es lo mismo que tarifa o price.

Pedro Vaquero lleva dos años en proyectos de la Web Semántica en Meta4 y espera cosas concretas: "Por ejemplo, que por las vía de las ontologías se puedan estandarizar todas las ofertas de trabajo. El cambio es inevitable; que se utilice es seguro. La cuestión es con qué intensidad". La UE comenzó a subvencionar en 2001 estos proyectos.

El desarrollo de las ontologías requerirá que sectores completos (metalúrgico, sanitario...) acuerden cómo definir los conceptos de su área. Hay estándares en la industria que pueden utilizarse (tesaurus, diccionarios terminológicos de un sector, vademécum...), pero es necesario un estándar global. "El comercio electrónico no va a funcionar si los agentes no pueden caminar e interaccionar por todo el globo", dice Serra.

"Todos entendemos lo que es una silla, ¿pero un sofá cama qué es?, ¿un sofá o una cama?", se pregunta María José Núñez, responsable de tecnologías de la información en el Instituto Tecnológico del Mueble y Afines. Puede parecer una trivialidad, pero Núñez cuenta que llevan tres años trabajando en un proyecto (Funstep) para sacar adelante un estándar en el sector. "Hay un montón de taxonomías en el mundo del mueble y hay muchísimo software que no es compatible, por lo que no puedes enviar la información de tu catálogo del proveedor al cliente". Este proyecto reúne a empresas de Europa, Estados Unidos, Canadá y Australia.

"El esfuerzo de homogeneización es esencial", señala Vaquero. "El campo de las ontologías es muy importante. También su desarrollo. El World Wide Web Consortium apuesta por ellas", dice Vaquero. Carles Serra muestra cierto escepticismo, pero deja claro: "O hacemos eso o estamos perdidos".

Lo mismo es para el mundo del mueble que para el del juguete: la estandarización para el desarrollo del ecomercio y los servicios web es esencial. En AIJU (Asociación de Investigación de la Industria del Juguete) participan en un proyecto que pretende "mejorar el estándar 3-D no sólo mediante datos gráficos, sino para que incorpore propiedades como los materiales, o con información sobre cómo se ensamblan las piezas", explica su responsable, Francisco Ibáñez. El proyecto, en el que participa Indra, "trata de dotar de una cuarta dimensión semántica a las representaciones en 3D", según Jorge de Teresa, responsable de la empresa. Se trata de que los gráficos tridimensionales "se puedan intercambiar entre proveedores, que hablen un mismo lenguaje", explica Almudena Fernández, jefa del proyecto Spacemantix.

"Estamos de acuerdo en que la Web Semántica tiene que salir adelante, y si no, algo parecido. La tecnología existe, ahora la cuestión es convencer a la gente para que la use", opina Serra, que, como otros expertos, reconoce la dificultad de poner de acuerdo tantos intereses. ¿Y otras opciones para que la Internet del futuro tenga orden y concierto? Pedro Vaquero guarda silencio mientras parece dar por sentado que la idea de Berners-Lee saldrá adelante.

Algunas grandes empresas esperan a ver cómo se desarrollan los acontecimientos. "Lo importante será cuando Microsoft y Google entren, cuando vean que cuaja", opina Benjamins. "Mantendremos un ojo abierto y, si la cosa da resultado, nos implicaremos", señalaba Jack Breese, director de investigación del gigante Microsoft.

A quien no le falta el optimismo es al padre de la criatura, Tim Berners-Lee, cuando asegura: "Lo más excitante de la Web Semántica no es lo que podemos imaginar que haremos con ella, sino lo que ni siquiera somos capaces de imaginar que haremos".

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