La crecida del Ebro pone en alerta el tramo final del río
El desembalse en Flix causa inundaciones en Garcia, Miravet y Xerta
La fuerte crecida del río Ebro, la mayor desde 1961, obligó ayer a la Dirección General de Emergencias y Seguridad Civil de la Generalitat a activar el Plan Inuncat -de riesgo de inundaciones- en fase de alerta. Por segundo día consecutivo, la Confederación Hidrográfica del Ebro ordenó ayer el desembalse de aguas en el pantano de Flix (Ribera d'Ebre), lo cual originó inundaciones en los municipios de Garcia, Miravet y Xerta.
La situación era anoche de máxima alerta en las poblaciones situadas a orillas del tramo final del Ebro, ante la posibilidad de que el caudal del río superara los 2.200 metros cúbicos por segundo, cantidad que la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) considera peligroso sobrepasar. Las abundantes nevadas que han caído en los últimos días en el Pirineo hacían temer ayer que aumentara el caudal en las zonas más altas del río Ebro. El presidente de la CHE, José Vicente Lacasa, consideró ayer "preocupante" el aumento del caudal del Ebro y aseguró que ésta es la crecida más fuerte desde 1961.
Ayer por la tarde, varias poblaciones ya habían resultado afectadas por el crecimiento del río. El desembalse de aguas en Flix causó inundaciones en Miravet, donde el agua anegó algunas calles, la plaza Baixa y algunas fincas agrícolas situadas junto al río, pero alejadas del casco urbano. En la población de Garcia, el agua inundó el campo de fútbol y terrenos de cultivo.
Estas poblaciones suelen ser las primeras en recibir las avenidas de agua cuando las empresas hidroeléctricas evacuan sus embalses ante la previsión de que se supere el límite de capacidad de los mismos.
La Confederación Hidrográfica del Ebro ordenó ayer que se aumentara el caudal de salida del Ebro en la presa de Flix desde 1.800 hasta 2.200 metros cúbicos por segundo, después de que al mediodía del martes ya se incrementaran hasta 1.800 los 1.400 metros cúbicos por segundo que dejaba ir hasta entonces.
El Ayuntamiento de Tortosa comunicó ayer a los vecinos con propiedades cercanas al río que tomen medidas de precaución. Desde el martes, la Confederación Hidrográfica del Ebro regula el caudal en diferentes embalses de la zona.
Pantanos llenos
Los embalses del resto de Cataluña, aunque no llegan a la situación de los de la cuenca del Ebro, registran reservas muy elevadas gracias a los extraordinarios episodios lluviosos del pasado verano, sumados a un otoño húmedo y a un no menos favorable invierno. Los pantanos que abastecen Barcelona rozan el 80% de su capacidad, casi el triple que hace un año, por lo que la Agencia Catalana del Agua considera que hay reservas suficientes para 12 meses.
La cuenca más beneficiada por las lluvias de los últimos seis meses ha sido la del Pirineo oriental, tradicionalmente la más castigada por la sequía. La mayoría de embalses del Ter y el Llobregat tienen reservas de agua que superan el 75%, y el de Susqueda, el más grande, alcanza el 78%. La situación de los embalses de esta zona es especialmente importante, ya que abastecen de agua a casi cuatro millones de personas.
La directora de la Agencia Catalana del Agua, Marta Lacambra, considera que la situación de este año es "excepcional" por los periodos lluviosos inusualmente altos que se registraron en verano "y porque el agua cayó en los cursos altos de los ríos, sobre todo en el caso del Ter". Precisamente por esta excepcionalidad, Lacambra recuerda que no se puede hablar de la sequía como un fenómeno del pasado. "Aunque en el Pirineo y en otras zonas la pluviosidad haya sido importante, no podemos olvidar que otras áreas no se han beneficiado de estas lluvias, por lo que debemos mantener la alerta".
El anuario del Servicio Meteorológico de Cataluña indica que 2002 ha sido el año más lluvioso desde 1996, algo que ha beneficiado mucho a los embalses porque en tres de los últimos cinco años se habían registrado situaciones de sequía muy prolongadas. Los puntos más lluviosos fueron la Val d'Aran, el Ripollès, la Garrotxa, el Berguedà, el Alt Empordà y el Montseny.
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