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VIDA EN EL ESPACIO | Astronautas

Duque ve "difícil" ir a la estación espacial como tripulante

Todo tiene que seguir, hay que sobreponerse, como siempre, en la carrera espacial tras un accidente, y admitir que se pueden producir accidentes cuando uno intenta hacer cosas casi imposibles", declaró ayer el astronauta español Pedro Duque. Su vuelo a la Estación Espacial Internacional (ISS) en una misión de mantenimiento estaba previsto para finales del próximo abril. El desastre del Columbia lo trastoca. "Se están replanteando fechas y programas de trabajo, y no se tomará ninguna decisión hasta que se determine científicamente qué ha pasado", comentó el astronauta en una visita a Madrid planeada hace tiempo para entrevistarse con el ministro de Ciencia y Tecnología, Josep Piqué.

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Duque, visiblemente apenado por la muerte de siete colegas, tres de los cuales habían sido además "compañeros de clase" cuando él inició su preparación en la NASA, recordó que todos ellos estaban muy ilusionados con la misión, pese a que había sufrido casi tres años de retraso.

En cuanto a la perspectiva de su viaje a la estación espacial, programado para abril, señaló que todo está en proceso de decisión y que todas las misiones se están replanteando en función de que hay que mantener la ISS y contar con que "en un plazo más o menos largo no tendremos transbordador".

Ante la reestructuración del plan de la ISS impuesta por las circunstancias, ¿podría Duque formar parte de la tripulación permanente de la base, teniendo en cuenta que hay ya un equipo de recambio? El astronauta español explicó: "Hay muchos compañeros preparados para formar la tripulación permanente". En la misma ESA hay cuatro astronautas como él con capacitación de ingenieros de vuelo en la parte rusa y entrenamiento para la parte estadounidense de la estación. Le queda, además, poco tiempo para reciclarse. En resumen, calificó de "difícil" que pueda ir a la estación como tripulante.

El accidente no ha amedrentado a Duque, no ha hecho que pierda su pasión por el espacio. ¿Tiene más miedo ahora? "Uno piensa que todo el peligro de un vuelo espacial se concentra en el lanzamiento, y cuando se apagan los motores en órbita pensamos que ya todo va a ir bien. Ahora... esas imágenes con esas trazas del Columbia... nos han cambiado la perspectiva. Nos explican que se alcanzan temperaturas altísimas [en la reentrada], que el ángulo de ataque es muy fino y que una ligera desviación supone el descontrol, pero pensamos que todo está solucionado. Pero, miedo no, es una profesión igual de peligrosa que antes".

Duque recordaba ayer la impresión de la reentrada en la atmósfera en su vuelo espacial a bordo del transbordador en 1998: "No se siente nada, sólo que va aumentando el peso del casco, pero no hay vibraciones especiales, todo va tan suave y con tanto margen que no piensas que pueda pasar algo. Desde dentro, el altísimo calor exterior se nota sólo como un resplandor amarillo".

También en esa misión se produjo un desprendimiento de una pieza, como en el caso del Columbia: fue una plancha metálica y no un trozo de gomaespuma, pero no pasó nada. Realmente, no es raro que en los lanzamientos se caigan trozos del cohete, pero los astronautas no le dan importancia. Duque comentó ayer que él no sabía lo del trozo de material plástico del Columbia hasta después del accidente. "No había llegado a ser un tema de conversación entre nosotros, tal vez nos habíamos tomado un poco a la ligera estas cosas", dijo. "No puedo juzgarlo desde el punto de vista técnico, pero seguro que ahora van a poner mucha más atención".

El astronauta español comentó que, por lo que él había visto en la NASA, de ninguna manera se pasa por alto la seguridad de los transbordadores. "No soy un experto en este tema, pero he visto cómo se pone la seguridad por delante de los objetivos de las misiones", aseguró. También destacó las exhaustivas pruebas que se hacen a estos vehículos. "Si se hiciera lo mismo con aviones de pasajeros, durarían 500 años".

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