El grupo sobre peajes da al Gobierno catalán un mes para convencer a Fomento
El grupo creado por el Parlament para proponer un pacto sobre peajes dio ayer un plazo límite al Gobierno catalán: en un máximo de 15 días tiene que convocar una reunión oficial de los miembros del colectivo y antes de un mes haber convencido a Fomento para que inicie las conversaciones. Los miembros del grupo se reunieron ayer en Gelida quejosos de que el Departamento de Política Territorial no convoque reunión alguna. La última se celebró en octubre. Desde entonces, ni siquiera han sido directamente informados de las medidas adoptadas en diciembre en los peajes de Mollet y Rubí.
Josep Arqués, delegado del Gobierno catalán en las concesionarias, reconoció ayer que no ha convocado ninguna reunión en los últimos cinco meses y argumentó que no le parecía oportuno dar a Iniciativa la oportunidad de romper el grupo. El portavoz de ICV, Joan Boada, ha mantenido siempre que la rebaja de los peajes puede hacerse con dinero de los beneficios de las empresas concesionarias o con los impuestos que generan las propias autopistas, pero no con los fondos de todos los contribuyentes. Ésta ha sido, finalmente, la fórmula elegida por el Gobierno catalán para evitar que los usuarios habituales de Rubí y Mollet paguen parte de estos peajes.
A la reunión de ayer de Gelida acudieron Núria Buenaventura y Montserrat Tura, alcaldesas de Rubí y Mollet, respectivamente. Ambas juzgaron muy negativamente las medidas adoptadas por el Gobierno catalán en estos peajes. Buenaventura aseguró que la medida está provocando riesgos de accidentes y colapsos de tráfico en la salida de la autopista en la que se exime a algunos conductores de pagar peaje. En Mollet se terminaron las tarjetas Teletac, por lo que muchos usuarios no pudieron beneficiarse de la rebaja, según Tura.
Boada afirmó ayer que, en su opinión, el Gobierno catalán no tiene ningún interés en modificar los peajes y que se limita a marear la perdiz para poder echar las culpas al Gobierno central durante las futuras campañas electorales. Arqués explicó que ha escrito una carta al ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, en la que le pide una entrevista para tratar el asunto, pero los problemas derivados del Prestige han impedido el encuentro. "Cada semana alguien nos decía que a la siguiente, pero hemos llegado hasta aquí sin encontrar la fecha", dijo. Para Boada, esta situación de "bloqueo" es consecuencia del juego de amistades y enemistades que escenifican repetidamente el PP y CiU. Un juego que al final se traduce, dijo "en incompetencia". Los socialistas están de acuerdo en agotar el plazo de 15 días. Si no se logra nada, explicó Manel Nadal, "habrá que buscar otras vías".
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