Livia Paretti dirigirá los tres salones de arte de Fira de Barcelona

La abogada italiana Livia Paretti (Roma, 1970) es la nueva directora de los tres salones anuales que Fira de Barcelona dedica al mundo del arte: la feria de anticuarios, la de almonedas y la de arte contemporáneo Artexpo. Su proyecto es opuesto a celebrar en una misma semana los tres eventos, tal como se planteó la pasada temporada desde la propia Fira de Barcelona. "Son tres productos diferentes, con caminos distintos, aunque se puedan solapar", explica Paretti, que se ha estrenado en el cargo con la dirección del Salón de Anticuarios y Arte Moderno, que hasta el próximo domingo se celebra en el recinto ferial de Montjuïc.

"Creo que a Barcelona le interesa la existencia de ferias de arte en diferentes momentos del año", dice Paretti, quien, de momento, quiere aportar al Salón de Anticuarios una mejora de imagen. "Una antigüedad no es un producto de necesidad. Se puede comprar como inversión, pero la mayoría lo hacen por enamoramiento", explica. Paretti quiere convertir el Salón de Anticuarios en un lugar de encuentro. "Sé que como directora tendré que dar cifras, pero creo que lo importante de esta feria son los contactos y que venga la gente y pierda el miedo a preguntar".

Paretti llegó a Barcelona en 1999 de la mano de su marido, un catalán que conoció en Italia cuando éste trabajaba para una ONG. No procede del mundo del arte, aunque afirma que "como romana llevo el arte dentro", y su experiencia en ferias la adquirió trabajando en Barcelona para la Federación de Comercio Electrónico y Márqueting Directo, "lo que me introdujo en el tejido industrial catalán y español, dos cosas bien distintas".

Uno de los objetivos de su nuevo cargo es promocionar los salones de arte de Fira de Barcelona en los ambientes internacionales de la propia ciudad. "Me gustaría encontrar la complicidad de las personas que pertenecen a las cámaras internacionales o a los institutos de cultura de países extranjeros. Tenemos que involucrarlas y que se habitúen a vivir la cultura a través de los salones de Barcelona".

En cuanto al Salón de Anticuarios, Paretti quiere dirigirse a lo que denomina "el colectivo de los emergentes", gente joven y moderna que aún no ha descubierto las antigüedades o que las suponen por encima de su poder adquisitivo. "A diferencia de Italia, en Barcelona existe un gusto que combina la antigüedad con el diseño, lo que puede propiciar que este salón se abra a un público amplio".

Coincidiendo con su llegada, la feria de arte Artexpo ha cambiado de fechas, pasando de su habitual celebración en primavera, a noviembre. "Se ha retrasado después un razonamiento global entre el Gremio de Galerías y Fira de Barcelona", explica. "Lo que quiero es consolidar una fecha estable y pienso que el periodo otoñal es un momento propicio para su celebración, teniendo en cuenta el calendario internacional". Los planes de Paretti para Artexpo, una de las ferias que más enfrentamientos internos provoca en el sector en Cataluña, pasan por dirigirse a un público joven, "no necesariamente comprador habitual, y que espere esta feria para constatar cuáles son las tendencias del momento". De todos modos, aunque reconoce una inclinación personal a la modernidad, piensa que los soportes tradicionales, como la pintura y la escultura, seguirán siendo los protagonistas de Artexpo. "Todavía es difícil que las instalaciones o el arte digital encuentren su espacio en el coleccionismo privado". Básicamente, la apuesta de Paretti para esa feria se encaminaría hacia la promoción de los artistas contemporáneos en activo. El calendario de salones de arte de Fira de Barcelona se completa con la celebración del Salón de Almonedas, tras el verano.

¿Espacio para una feria de arte más? "De momento, quiero esperar a haber dirigido al menos una vez las tres ferias para tener una visión más adecuada y en conjunto", explica Paretti, para quien aún es pronto para valorar el proyecto del Salón del coleccionismo que promueven un grupo de galerías de Barcelona.