Conservación urbanística

El centro de Sevilla se cae. Los inviernos no perdonan y pasan factura a un centro histórico que se resiente. Todavía está reciente el susto del derrumbamiento de Casa Damas en plena calle Sierpes y el Ayuntamiento extrema las medidas preventivas ante los edificios que amenazan ruina pero, como viene siendo cada vez más habitual en la política municipal, las medidas se toman a posteriori. El centro histórico de la ciudad debe preservarse para salvar de la ruina y el expolio a numerosos inmuebles que son, muchas veces, exponentes singulares de su estilo arquitectónico. Pero el debate de la conservación del centro es tan antiguo y con tan pocas expectativas de éxito que ya nos hemos acostumbrado a permanecer indolentes ante las atrocidades que se vienen cometiendo desde mediados de siglo. Pero no todo debe ser mirar atrás en la gestión urbanística, también tienen los responsables del gobierno local que mirar al futuro y conjugar políticas proteccionistas con medidas expansivas que solucionen problemas tan acuciantes como la necesidad de viviendas para el sevillano. La campaña Un sevillano, una casa es encomiable, pero ¿dónde construirlas? El suelo urbanizable de la ciudad se acaba y hay que buscar nuevos espacios de expansión. Tablada parece ser la salida más lógica por su extensión y su posición estratégica. Habría que diseñarla de cero, convertir sus terrenos en una ciudad moderna, segura, racional, verde y, sobre todo, cómoda. Podría ser la oportunidad perfecta para que el Ayuntamiento conciliara ambas políticas urbanísticas en nuestra ciudad, conservar en el centro y dar vía libre a la proyección y construcción en nuevos espacios.