_
_
_
_
_

La Biblioteca de Catalunya recibe el archivo literario de Jaume Fuster

Maria Àntònia Oliver, viuda del escritor, dona los documentos

Un total de 16 cajas conforman el archivo literario del escritor Jaume Fuster (Barcelona, 1945-L'Hospitalet de Llobregat, 1998), que acaba de ser entregado en la Biblioteca de Catalunya. El archivo, donado por su viuda, la también escritora Maria Antònia Oliver, está en proceso de catalogación e inventario, pero una parte puede consultarse en las salas de la institución hasta el 28 de febrero. El acto de cesión se celebró el pasado viernes, día en que se cumplía el quinto aniversario de la muerte de Fuster.

El acto de cesión del archivo de Fuster, celebrado el pasado viernes, se convirtió en un homenaje al autor de De mica en mica s'omple la pica en el quinto aniversario de su muerte. Oliver señaló que Jaume Fuster "decía que no creía en la posteridad", pero que "todo escritor es un mentiroso". La cesión se decidió para que "todo aquel que quiera pueda consultar sus papeles tranquilamente, mejor que en mi propia casa, donde estaban desconjuntados, como él los dejó". "Es una manera de creer en la posteridad", continuó la escritora.

El material contiene manuscritos y disquetes con textos de novelas -entre ellas, Abans del foc y De mica en mica s'omple la pica-, guiones para radio, televisión y cine -los de las series Les claus de vidre y Metge de capcalera y el filme El procedimiento, entre otros-, ediciones, compilaciones de artículos de prensa escritos por Fuster y material gráfico. También figuran poemas inéditos de la década de 1960 y material de trabajo relacionado con el Congreso de Cultura Catalana, además de conferencias.

Anna Godayol, jefe de manuscritos de la Biblioteca de Catalunya, explicó que los técnicos de la institución están trabajando para pasar al formato PC el material que contienen los disquetes, en los que puede haber unos 1.000 documentos.

Autor "transversal" en sus intereses, como recordó Vicenç Llorca, director general de Promoción Cultural de la Generalitat, Fuster formó parte de la llamada generación de los setenta. Su obra se caracterizó por un interés en "dignificar la literatura de género y un comprosido del escritor con su tiempo", explicó Godayol, y por su compromiso con la lengua y la literatura catalanas.

Vinyet Panyella, directora de la biblioteca, aprovechó su alocución para reivindicar esa generación, caracterizada, dijo, por una fuerte "conciencia de grupo de creación y no de presión", un valor, añadió, "que se debe recuperar para nuestro sistema literario".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_