_
_
_
_
AMENAZA DE GUERRA | Debate parlamentario

El Gobierno se queda solo en las Cortes por su posición sobre la guerra

CiU tacha de dañina la actitud de Aznar y CC anuncia crisis con el PP

La ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, constató ayer en la comisión competente del Congreso la absoluta soledad a que ha llegado el Gobierno de José María Aznar por su posición sobre el conflicto con Irak. Todos los grupos parlamentarios coincidieron en que dicha posición es incomprensiblemente seguidista de los intereses de EE UU. El portavoz de CiU la calificó de "dañina para los intereses de España" y el de CC advirtió de que "si no se restablecen los principios básicos, habrá crisis" en sus relaciones con el Ejecutivo.

"España a EE UU, de 1939 a 1975, le debe poquísimo", dijo el socialista Marín

"Es difícil conseguir este consenso" entre todos los grupos parlamentarios, "que no la entienden y no la comprenden", espetó a la ministra Manuel Marín, portavoz del PSOE, antes de afirmar: "Lamentablemente, ha aceptado jugar el papel de instrumento de una estrategia superior. Ustedes se sienten cómodos. Nosotros no".

"Ustedes no se están aliando con Estados Unidos", dijo el portavoz de CiU, Ignasi Guardans. "Han optado por aliarse", prosiguió, "por razones que se nos escapan, con la derecha más rancia de EE UU. Tendrán que responder de ello ante la historia". "Nuestra posición es esencialmente de decepción, de distancia, de desapego. Ustedes en esto no nos representan. Sepan que a ese barco no nos subimos", concluyó el nacionalista catalán, que señaló al "presidente del Gobierno como responsable último de la desgraciada situación a la que se está llevando a nuestro país en este momento".

Tampoco se quedó corto José Carlos Mauricio, portavoz de CC, el otro partido que más ha colaborado con el Gobierno de Aznar. "Si nos pide que nos alineemos con Bush o con Sadam Husein, nosotros nos alineamos con la Unión Europea", afirmó. "Yo respeto la posición del Gobierno de España, que tiene la mayoría absoluta, pero quiero advertir al Gobierno de que no tiene el apoyo de los grupos que habitualmente le apoyan, y esto es grave. Si no se restablecen los principios básicos, habrá crisis en nuestras relaciones".

Pocas novedades

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Ana Palacio, que alzó mucho el tono al sentirse agredida, se defendió de este modo: "A veces, la posición del Gobierno es hacer lo que debe hacer. Yo no querría pertenecer a un Gobierno que gobernase mirando las encuestas". Por lo demás, pese a su dureza, el debate no aportó novedades sobre los argumentos que se vienen repitiendo en los últimos días, lo que aprovechó Palacio para afirmar que había oído "pocas críticas de fondo, luego la posición del Gobierno debe ser muy sólida".

Palacio dijo esencialmente que el informe dado de los inspectores de la ONU confirma que la posición del Gobierno español es correcta, y Guardans le pidió que hiciera "un ejercicio de honradez intelectual" porque había citado "fragmentariamente" los informes. "Tiene la suerte de que no me llamo Mariano Rajoy, y que por eso no le voy a acusar de bajeza moral ni de manipuladora", terció luego Marín, recordando los epítetos que el vicepresidente del Gobierno dedicó al portavoz socialista, Jesús Caldera, en un reciente debate sobre el Prestige.

Palacio respondió con indignación que si había pasado por alto el informe sobre armas nucleares, en el que se piden algunos meses para certificar que Irak no las tiene, y se había centrado en el de las armas químicas y bacteriológicas, que establece que la colaboración iraquí no es satisfactoria, es porque "lo que le preocupa al Gobierno español son las armas químicas y bacteriológicas, que se esconden en cualquier sitio. Ésa es nuestra política, no la de otras instancias", añadió.

Marín advirtió a la ministra acerca de las "pruebas irrefutables" que EE UU pueda presentar el miércoles, porque hay precedentes -citó los de El Álamo, el Maine o el golfo de Tonkín- que desencadenaron las guerras de México, Cuba y Vietnam, y resultaron patrañas. "A mi no me gusta que el presidente del Gobierno de España juegue el papel de David Crockett del momento ni de columnista del Wall Street Journal, con un papel provocador como el de Randolph Hearst en la ex colonia española".

Pero Marín insistió sobre todo en que el PP se comprometió ante la Diputación Permanente a que Aznar presente el miércoles en el Congreso las "pruebas irrefutables" de la culpabilidad iraquí. "Si en lugar de pruebas, Aznar trae sólo convicciones morales, no habrá diálogo y el consenso sobre política exterior se habrá roto", concluyó.

Con la excepción de CC y del PP, todos los grupos que intervinieron -los citados más IU y BNG- consideraron que la carta publicada el jueves por Aznar y otros ocho líderes europeos es negativa para la unidad europea. Los portavoces criticaron especialmente el párrafo que destaca los méritos de EE UU en la defensa de la democracia y la libertad en Europa.

"Hay que tener tupé para retorcer la historia", dijo Marín, tras recordar que Washington consideró incluso el 23-F como una asunto interno español. "España a EE UU, de 1939 a 1975, le debe muy poco en ese sentido, y por eso no vale para España lo que puede valer para Francia", señaló Guardans. Palacio replicó que asume plenamente el párrafo "como todo europeísta". "Mi europeísmo es el del contubernio de Munich", respondió Marín, aludiendo a la reunión clandestina que preparó la transición democrática española.

Ana Palacio, ministra de Exteriores, ayer en el Congreso.
Ana Palacio, ministra de Exteriores, ayer en el Congreso.ULY MARTÍN

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_