La firmeza del PNV obliga a EA a pactar en el doble de municipios
Los nacionalistas se presentarán coligados en 113 localidades vascas
La firmeza mantenida por el PNV desde que hace una semana rompiese por segunda vez la negociación para reeditar su coalición en los comicios municipales y forales de mayo dio sus frutos casi a medianoche del miércoles al aceptar finalmente EA el acuerdo en los términos que deseaba el partido de Xabier Arzalluz, que hacía hincapié en su extensión lo más global posible a Euskadi y Navarra. Finalmente, ambos partidos concurrirán en coalición en 113 ayuntamientos vascos (incluyendo las tres capitales), mientras que en 1999 lo hicieron en 66. A ellos hay que sumar las tres Juntas Generales, el Parlamento navarro y nueve ayuntamientos de la comunidad foral, entre ellos Pamplona.
La directa intervención del lehendakari, Juan José Ibarretxe, ante el consejero de Justicia y hombre fuerte de EA en el Gobierno, Joseba Azkarraga, sumada a la presión de las bases de ambos partidos, que veían peligrar en los ayuntamientos y diputaciones un triunfo con el que empujar la apuesta soberanista de Ibarretxe, provocaron la reapertura el miércoles contra todo pronóstico de una tercera ronda negociadora. Fueron precisas 15 horas de reunión para alcanzar el acuerdo y una nueva intervención personal del lehendakari.
Además de en las tres instituciones forales, la coalición se formalizará en un total de 55 ayuntamientos guipuzcoanos (16 más que en los pasados comicios); 31 vizcaínos (15 más), y 27 alaveses (un incremento de 16). En total, 113 municipios de los 250 de la comunidad autónoma, incluyendo las tres capitales, pero que congregan al 90% de los electores vascos, como resaltó ayer la secretaria de la ejecutiva del PNV, Josune Ariztondo, para dar una idea del alcance "global" de la coalición. Éste era un requisito que los peneuvistas exigieron desde el principio frente al carácter "puntual" y coyuntural que EA pretendía dar al acuerdo. A ellos se suman el Parlamento navarro y nueve localidades de esta comunidad.
Las resistencias del partido de Begoña Errazti producto del temor a que una repetición de la coalición con el PNV acabase borrando del mapa su propia identidad, que han lastrado y prolongado durante meses la negociación, fueron ayer implícitamente reconocidas por la dirigente de EA Onintza Lasa quien destacó sobre cualquier otro aspecto que el acuerdo alcanzado "respeta el perfil político e ideológico de ambos partidos".
Pero la razón por la que Eusko Alkartasuna ha aceptado, por fin, la coalición nacionalista ha sido, según reconoció la propia Lasa, el poder impulsar "la apuesta decidida de superar el marco político actual a través de vías pacíficas", en alusión al plan soberanista del lehendakari. "Por respetar esta línea soberanista es por lo que EA ha hecho concesiones importantes", dijo Lasa, quien se negó a concretar "detalles" de estas concesiones que, según admitía, han hecho. Ni siquiera que el candidato a la alcaldía de San Sebastián será el actual diputado general, el peneuvista Román Sudupe, algo a lo que EA se había opuesto desde el principio.
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