Un patrón para Internet
El Vaticano se moviliza para escoger un santo que apadrine la Red
El Vaticano no está dispuesto a que las nuevas tecnologías que imperan en el mundo de hoy se le escapen completamente de la mano. Para evitarlo ha hecho esfuerzos notables del aggiornamento, firmando hace unas semanas un acuerdo con el principal operador italiano de telefonía móvil, TIM, para enviar vía mensajes SMS intervenciones del Papa. Un esfuerzo más en esta dirección de adaptarse a la modernidad lo ha hecho la Congregación del Culto Divino, decidida a encontrar antes de la próxima Semana Santa un patrón para la Red, un espacio virtual en el que se desenvuelve gran parte de la información y de la comunicación mundial.
¿Qué santo posee un perfil adecuado para asumir un cargo tan moderno? Uno de los más citados y con más posibilidades de obtener el título era san Isidoro de Sevilla, un santo erudito de la España visigoda que intentó recoger en sus Etimologías todo el saber humano, sintetizándolo como si fuera una enciclopedia. Una obra que podría servir de inspiración a los que navegan por el infinito espacio de la Red. Sin embargo, al asesor en temas de Internet de la Santa Sede, Roberto Diani, y a algún monseñor original se les ocurrió que en vista del ingente número de candidatos, lo más adecuado era que la elección la hicieran los propios internautas católicos.
Los internautas católicos tienen la posibilidad de votar a sus favoritos en una página 'web'
La vecindad territorial de Italia con el Vaticano y la proliferación de sitios católicos italianos en Internet -unos 7.000- han puesto las cosas difíciles para san Isidoro. Uno de estos sitios, www.santiebeati.it, ha puesto en marcha la singular votación, en la que, de momento, hay ya seis santos clasificados, la mayoría italianos.
Entre los candidatos figura el arcángel san Gabriel, famoso por haber anunciado a la Virgen María que daría a luz al hijo de Dios. Pero un arcángel, a fin de cuentas, pertenece a una categoría etérea y difícilmente podría servir a los internautas como invocación salvadora en un momento de caída del servidor o atasco en la Red. Por eso, los votantes han preferido, de momento, a san Giacomo Alberoni, fundador de una importante editorial católica.
En la lista de los más votados están también san Juan Bosco, fundador de los salesianos y promotor de la educación de los jóvenes; san Alfonso María de Liguori, un obispo y prolífico escritor; Maximiliam Kolbe, un misionero polaco que supo utilizar las nuevas técnicas para difundir la doctrina católica, y santa Clara de Asís, que es ya patrona de la televisión, lo cual la coloca en una posición ligeramente inferior, porque tampoco es cosa de acaparar apadrinados.
En realidad, el Vaticano no ha sido nunca tan democrático a la hora de elegir patronos. En octubre de 2000, por ejemplo, el Papa nombró patrón de los políticos a santo Tomás Moro, por considerarlo el más adecuado para inspirar el sentido de la integridad moral a los que se dedican a este arte de lo posible. Moro, amigo del rey de Inglaterra Enrique VIII, se negó, sin embargo, a aprobar su divorcio, manteniéndose hasta el final en sintonía con la Santa Sede. La causa de Moro contó con muchísimos y muy influyentes apoyos en Italia. Por ejemplo, el del ex presidente de la República Francesco Cossiga, hombre con importantes contactos vaticanos.
El santoral, con más de seis mil nombres, a los que se han añadido recientemente los 447 santos canonizados directamente por Juan Pablo II, es un catálogo gigantesco en el que elegir el patrón adecuado para cada realidad del mundo. La última revisión del listado ha dejado fuera algunos nombres ya asignados, como el de san Cristóbal, que había sido elegido patrón de los viajeros en virtud de una biografía que se ha demostrado absolutamente mitológica.
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