Chirac rechaza una fecha tope para el trabajo de los inspectores

Jacques Chirac sigue sin observar motivos que justifiquen ahora un ataque militar a Irak. Mientras los jefes de los inspectores presentaban ayer el informe en el que pedían más tiempo a la ONU y más cooperación de Bagdad, el presidente francés dijo que una guerra contra Irak sería "no sólo un error, sino un hecho contraproducente". Tanto Chirac como su ministro de Asuntos Exteriores, Dominique de Villepin, se mostraron a favor de que los inspectores dispongan del tiempo que sea preciso, sin fijar una fecha tope.

El receptor del mensaje de Chirac fue David Harris, director del Comité Judío-Americano, quien se entrevistó con el presidente francés e informó después de que había encontrado a éste "muy claro" y que se había expresado "con mucha fuerza" en contra de la guerra. "Ha dejado pocas dudas sobre su posición", añadió el visitante, quien habría preferido oír algo más favorable a desalojar a Sadam Husein del poder.

Al margen de este desacuerdo, la asociación judía estadounidense recibió palabras amables sobre el "profundo lazo de estima y amistad entre Francia y Estados Unidos", en lo que constituye el primer comentario de Chirac tras el cruce de descalificaciones entre Washington -"la vieja Europa"- y París -"¡merde!"- a propósito de Irak, registrado la semana pasada.

Una vez conocido el informe de los inspectores de la ONU al Consejo de Seguridad, los portavoces de Chirac informaron, sin sorpresa alguna, que el presidente de Francia está a favor de que "los inspectores continúen con su trabajo".