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El guardia civil 'gay' de Mallorca ya puede vivir con su pareja en una casa cuartel

La Guardia Civil ha asignado una vivienda en el cuartel del pueblo de Vilafranca, en la isla de Mallorca, a Sebastián M. G., el guardia homosexual que solicitó vivir con su novio en las dependencias que la institución asigna en sus centros a las familias tradicionales o miembros solteros del instituto armado.

El pasado noviembre se formalizó la petición del guardia gay, que fue atendida de forma positiva por el director general de la Guardia Civil, Santiago-López Valdivieso, pese a las lagunas en la normativa interna. Un mes después se publicó una nueva orden general donde se estipula quién tiene derecho a vivir en una casa cuartel y que incluye a las parejas del mismo sexo. La anterior, de 24 de marzo de 2000, permitía la convivencia de parejas heterosexuales en casas cuartel pero excluía a quienes tuviesen "impedimentos para contraer matrimonio entre sí", por ejemplo, los casados con una tercera persona.

Sebastián y su compañero Pedro, que fueron de las primeras personas en inscribirse en el registro de parejas de hecho del Gobierno balear, se mudarán esta semana a su nuevo hogar, en un pabellón comunitario del pequeño pueblo de carretera del interior de Mallorca, donde está destinado desde hace varios años el guardia civil. Hasta ahora ambos compartían piso en Llucmajor, a 30 kilómetros de distancia.

'Salir del armario'

El anuncio de la novedosa petición de convivencia fue realizado por la Asociación Unificada de Guardias Civiles, y en el caso actuó de portavoz de la pareja -que perseguía mantenerse en el anonimato- Joan Miquel Perpinyà, secretario general de dicha asociación en Baleares.

Este guardia civil se identificó como homosexual en la revista Zero (en la que ya han salido del armario un militar, un sacerdote y un político, entre otros) un mes después de la petición de vivienda de Sebastián y Pedro.

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Perpinyà, que creció en un cuartel por ser hijo también de un guardia civil, desdeña la posibilidad de convivir con su pareja en una dependencia comunitaria oficial.

La secretaria general de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales, Beatriz Gimeno, ha elogiado a la Guardia Civil por conceder al agente homosexual la vivienda. "Me parece muy positivo y una muestra más de que no sólo la sociedad, sino ya determinadas instituciones, también van por delante de la legislación", ha declarado Gimeno.

No obstante, ha matizado que para el colectivo homosexual "es un poco triste" ver cómo sus derechos se reconocen a base de sentencias, de peticiones "y no como al resto de los ciudadanos, con una ley que iguale a todos", independientemente de su orientación sexual.

El pequeño pueblo donde habitará la pareja tiene 2.500 habitantes y está gobernado por un alcalde del nacionalista Partit Socialista de Mallorca (PSM).

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