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La extensión de la violencia | LA SITUACIÓN EN ORIENTE PRÓXIMO

Israel lanza la operación más sangrienta sobre Gaza desde que se inició la Intifada

Un masivo ataque con carros de combate y helicópteros deja 13 muertos en una zona habitada

Gaza ha temblado. Decenas de carros de combate, excavadoras y blindados protegidos por helicópteros israelíes invadieron el sábado por la noche durante seis horas la capital de Gaza, en una de las operaciones militares más sangrientas desde que se inició la Intifada. El balance de víctimas del ataque no se ha cerrado; en los cementerios se alinean 13 cadáveres; en los hospitales, más de 60 heridos; cuatro puentes dinamitados; conducciones eléctricas, telefónicas y de agua cortadas y decenas de tiendas y almacenes destrozados. Israel asegura que es una represalia por el lanzamiento de siete misiles de fabricación artesanal contra localidades judías, que no causaron ni daños ni dejaron víctimas.

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"Ha sido la peor, la más salvaje y descarnada operación del Ejército israelí sobre Gaza", afirma Hachem Abu Ased, de 32 años, comerciante de profesión, padre de siete hijos, vecino del barrio de Zeituni, mientras observa los restos calcinados del taxi de su primo, que yacen en medio de la calle de Shamed, horas antes un campo de batalla.

La columna de tanques procedentes del asentamiento judío de Netzarim irrumpió en el barrio de Zeituni, al este de Gaza capital, poco antes de las once de la noche, mientras la población se preparaba para el primer sueño. Uno de los blindados aparcó ante su casa, aplastando la acera, derribando un poste de electricidad, dejando toda la zona sin luz y sembrando la confusión y el pánico.

"Desde lo alto de la torreta, por los altavoces, los soldados anunciaron el toque de queda. Lo impusieron por la fuerza. No dudaron en disparar contra todo el que salía a la calle. Más arriba ante la mezquita murieron cuatro jóvenes por disparos de proyectiles; querían únicamente saber qué pasaba", confirma el farmacéutico Mohamed Hodah, de 42 años, mientras trataba de poner las estanterías en orden, limpiar de cristales la tienda y atender a los últimos clientes de la mañana, que le reclaman "valium" y "valerian".

Durante más de seis horas las fuerzas de la Brigada Givati controlaron el barrio, protegiendo las operaciones de los soldados del cuerpo de Ingenieros que, con un plano en la mano, dinamitaron sistemáticamente uno tras otro 29 talleres metalúrgicos, la mayoría de ellos tenderetes de reparaciones de automóviles, bajo la presunción de que en los últimos meses se han construido con su maquinaria misiles artesanales Kassam II, con los que se han atacado colonias y poblaciones judías.

El ruido de las explosiones de las cargas de dinamita se sucedieron hasta bien entrada la madrugada, apagando con su estruendo los gritos roncos de los imames, que desde lo alto de las mezquitas, llamaban en vano a los fieles a empuñar las armas, a iniciar la resistencia, a luchar casa por casa, en un acto suicida que apenas encontró eco.

Los blindados y los soldados irrumpieron también en el mercado cercano de Ahs Shejaaya, uno de los más miserables y descuidados de la ciudad, donde se amontonan en unos terrenos municipales centenares de tenderetes de todo tipo de mercancías, y donde según el mando de las tropas había un foco de resistencia.

El olor a quemado se mezcla con el de la suciedad y el hedor del agua estancada. La chapa de los tenderetes aún está caliente. La batalla del mercado de Ahs Shejaaya apenas tuvo víctimas, simplemente heridos.

La operación de los soldados israelíes se cerró ayer por la noche con una nueva incursión al pueblo de Beit Hanun, al norte de la banda de Gaza, a escasos kilómetros del puesto fronterizo de Herertz, desde donde se supone que las milicias palestinas han venido en los últimos días lanzando los misiles artesanales sobre las comunidades judías limítrofes.

En esta zona los soldados acabaron de destruir las infraestructuras que habían empezado a demoler la noche anterior. Los cuatro puentes, que cruzan los cursos de agua, y con los que se une al resto de Gaza, han quedado destrozados, llevándose en su caída las líneas del teléfono, de electricidad y las conducciones de agua. Los 20.000 vecinos de Beit Hanun han quedado aislados. Más de 3.000 obreros no pudieron incorporarse ayer a sus lugares de trabajo.

En medio de tanta devastación un grupo de muchachos escalaba ayer por la mañana a un poste de electricidad para atar allí una enorme pancarta que cruzaba la calle de lado a lado, y en la que se podía leer: "No nos rendiremos".

Varios vecinos de Gaza observan los restos de una vivienda destruida durante el ataque del Ejército israelí.
Varios vecinos de Gaza observan los restos de una vivienda destruida durante el ataque del Ejército israelí.ASSOCIATED PRESS

"Han destruido mi tienda"

"Han destruido mi tienda", asegura Fatima Dahdouh, de 67 años, sentada ante la puerta de hojalata de un tenderete, en el que durante los últimos días había ido almacenando ropa nueva de niño, para venderla con ocasión de la fiesta del Aïd o del sacrificio, una de las más sagradas y populares del mundo musulmán.No es el único. Otros muchos tenderetes del mercado han quedado totalmente destruidos. Las mercancías esparcidas por el suelo, en medio del barro, inservibled, incluso para los vagabundos y pordioseros que han acudido a este rincón de la ciudad en busca de los desechos.[Por otro lado, la Liga Árabe condenó ayer la operación del Ejército israelí en Gaza, llevada a cabo con "fines electorales", según informa France Presse. La Liga Árabe condenó con dureza esta peligrosa escalada llevada a cabo por Israel, que no ha salvado ni a las iglesias ni a las mezquitas, dañadas por los bombardeos", escribe la organización en un comunicado. Este documento acusa al "Gobierno israelí de haber llevado a cabo esta escalada con fines electorales y lamentó la impotencia de la comunidad internacional frente a la máquina de guerra israelí que niega a los palestinos desarmados el derecho a la vida".]

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