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COYUNTURA INTERNACIONAL

El crudo frena su escalada

Más petróleo de la OPEP y Venezuela provocan una caída del precio

Fernando Gualdoni

La escalada del precio del crudo se frenó durante la semana pasada ante el fuerte aumento de la extracción por parte de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y la reactivación parcial de la producción venezolana tras casi dos meses de huelga. La cotización, que el 16 de enero subió hasta un máximo de dos años al alcanzar los 31,66 dólares, retrocedió hasta rondar los 30.

En tanques de almacenamiento del mar Caribe hay 100 millones de barriles por si hay una guerra y se interrumpe el suministro

El mercado petrolero se apaciguó momentáneamente durante la semana pasada después de haber vivido 10 días de vértigo. A pesar de que se frenó la escalada de los precios, la inquietud y las expectativas siguen siendo la tónica predominante en el mercado. Se apuesta por una guerra contra Irak y, sin embargo, ninguna acción parece inminente después de que Alemania y Francia se opusieran abiertamente a una acción armada sin la certeza de la existencia de armas de destrucción masiva. No obstante, Washington insiste en que atacará solo, sin el respaldo de Berlín y París y sin la ONU.

De modo que los intermediarios siguen expectantes y, si hubo algún movimiento en los precios esta última semana y la tendencia fue a la baja, más se debió a una pura cuestión de oferta y demanda que a un cambio sustancial en las cuestiones que nfluyen en los precios del crudo. La caída del precio se debió fundamentalmente a que aumentó el flujo de crudo hacia los mercados o, dicho de otro modo, hay un menor de que haya desabastecimiento en EE UU.

La OPEP ha contribuido a apaciguar este temor aumentando la producción de crudo. De hecho, ha sido Arabia Saudí y en segundo lugar los Emiratos Árabes Unidos, quienes han comenzado a bombear crudo a raudales hasta situarse al límite de su capacidad de extracción. Se calcula que los saudíes ya están produciendo unos 8,5 millones de barriles diarios y pueden llegar a 10 millones sin mayores problemas. El aumento de la extracción, que en realidad viene produciéndose desde diciembre, ha permitido guardar más de 100 millones de barriles (suficientes para garantizar el consumo durante 11 días en EE UU) en sitios de almacenamiento especiales a disposición de Washington situados en el Mar Caribe, según el Centro de Estudios de la Energía Global (CGES) de Londres. Por otra parte, la Agencia de Información sobre Energía, que es el servicio estadístico del Departamento de Energía de EEUU (DOE), informó el jueves pasado que las reservas almacenadas de crudo aumentaron en 1,5 millones de barriles, con lo que quedaron en 273,8 millones.

Tan pronto como acabe la huelga en Venezuela, es más que probable que tanto productores como importadores comiencen a llegar sus lugares de reserva para el caso de que hubiese alguna interrupción del suministro por la guerra. La paulatina reactivación de la actividad petrolera en Venezuela fue la otra razón de la bajada de precios del crudo. En el transcurso de la última semana, se conocieron diferentes informaciones procedentes de distintas fuentes que afirmaban que, en mayor o menor medida, la producción de crudo de Venezuela se estaba recuperando.

Tanto yacimientos de la estatal Petróleos de Venezuela SA (PDVSA) como de petroleras extranjeras que operan en el país suramericano reiniciaron sus operaciones a principios de este mes después de haber estado un mes paralizados entre un mes y 15 días los que menos. La producción del país, que había caído de tres millones a medio millón en el peor momento de la huelga, puede estar ahora rondando el millón, según diversas fuentes. El viernes pasado, el presidente de PDVSA, Alí Rodríguez, incluso afirmó el viernes que "a finales de este mes comenzará la normalización del suministro" de gasolina en Caracas, muy afectada desde hace al menos dos semanas por un grave desabastecimiento.

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Sobre la firma

Fernando Gualdoni
Redactor jefe de Suplementos Especiales, ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS como redactor de Economía, jefe de sección de Internacional y redactor jefe de Negocios. Es abogado por la Universidad de Buenos Aires, analista de Inteligencia por la UC3M/URJ y cursó el Máster de EL PAÍS y el programa de desarrollo directivo de IESE.

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