Mala bala
Vives en Madrid, pero se te van los impulsos a Bagdad, Porto Alegre, Davos, acaso Babia o Las Batuecas. Vives en Madrid y preparas en secreto las maletas para huir a la francesa antes de que las hormigoneras olímpicas se apoderen de la ciudad y esto se convierta en paraíso de especuladores inmobiliarios y mancebos con corbata.
Vives en Madrid y te temes lo peor. Y se te encabritan las potencias al constatar que la Esperanza, una de las virtudes teologales, se apellida Aguirre. Y que la Trinidad, lo más alto de la jerarquía celestial, es Jiménez. Y que los gallardos atacan botella en mano. Y que no se detecta euforia en el cuartel de Simancas.
Y entonces agarras las maracas y te vas por ahí como un poseso intentando convencer a los viandantes de que Esperanza sólo sabe bailar el chachachá, provocando estupor en los ancianos, algarabía en la infancia, sarcasmo en la juventud y malestar en los perros.
Vives en Madrid y te empieza a dar algo así como miedo el inquilino de La Moncloa, que nos está metiendo en un fregao de tres pares. Y te dan ganas de no vivir en Madrid.
Son tiempos inciertos. De la noche a la mañana se puede organizar un cacao morrocotudo. No va a haber más remedio que disfrutar a tope los placeres fugaces de cada día, pero siempre con la mosca detrás de la oreja.
Hay una cosa que sí se puede hacer: mandar mensajes a La Moncloa para decir a ese señor que se está pasando. Ayer se remitió uno breve y contundente en el que se le comunica a Aznar la "preocupación" por el progresivo despliegue de medios bélicos hacia Irak. Se insta al presidente a detener "esta agresión injustificable que agravará aún más la penuria en la que vive la inocente población iraquí".
La misiva va firmada, entre otros, por Antonio Banderas, Rafael Azcona, Mauel Rodríguez Aragón, José Manuel Lorenzo, Víctor Manuel, Ana Belén, Fernando Trueba, Juan Echanove, Imanol Arias y Concha García Campoy.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.