El debate sobre las causas del terrorismo deja solo a EE UU
Una guerra contra Irak podría disparar el terrorismo, según le recriminó públicamente en Davos el primer ministro de Malaisia, Mahathir bin Mohamad, al fiscal general de EE UU, el duro John Ashcroft. Éste no replicó a la acusación, sino que se lanzó a defender las medidas preventivas contra los terroristas, mientras Mahathir y otros pedían ir a los orígenes, a las causas que alimentan esa violencia. En una guerra contra Irak, según Mahathir, morirían muchos inocentes, y la ira contra EE UU crecería. El malasio insistió en "no añadir más causas" a los terrorismos, sino ganar "el corazón y las mentes" de las gentes.
Mahathir se ha convertido en el portavoz de las voces discordantes de EE UU en Davos, aunque en privado son muchos, incluidos algunos hombres de negocios estadounidenses, los que critican la política de la Administración de Bush no sólo hacia Irak, sino también en materia de derechos humanos. "Rebajar el respeto de los derechos humanos juega directamente en favor de los terroristas", según Kenneth Roh, director de la ONG Human Rights Watch. Mahatir no es ningún santón -introdujo hace tiempo en su país la detención de sospechosos de terrorismo sin juicio-, aunque en Davos ha recibido un manto de legitimidad insospechado como el gobernante políticamente más longevo de la actual Asia.
"Pobreza de la dignidad"
El terrorismo es el gran elefante presente en muchos debates del Foro Económico Mundial, casi a la misma altura que Irak. Incluso se indaga sobre las razones psicológicas que impulsan a los terroristas, entre ellos el sentido de humillación o la "pobreza de la dignidad", según el comentarista estadounidense Thomas Friedman. El surafricano Kumi Naidoo, secretario general de Civicus (Alianza Mundial para la Participación Ciudadana), puso el acento sobre el desarrollo del terrorismo como posible efecto de la falta de influencia de las mujeres en la política (lo que no impide que haya mujeres terroristas). Naidoo fue sacado de un avión de EE UU por el color oscuro de su piel. Ashcroft se defendió, explicando la política de "selección secundaria" por la cual se baja a pasajeros de los aviones para una segunda inspección, aunque aseguró, "no por cuestión de raza". Ciudadanos de 147 países se han visto sometidos a estos chequeos.
Pero Ashcroft le da la vuelta a los conceptos. No duda en afirmar que Afganistán es ya un "Estado de derecho" y que reforzar la "integridad de los sistemas gubernamentales" sirve a las libertades, como los controles a la inmigración, afirmó, facilitan la libertad de movimientos.
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