_
_
_
_
AJEDREZ

Mutua sorpresa

Estudio de Vladímir y Mijaíl Platov. Deutsche Schachzeitung, 1906.

Este trabajo relativamente menor de los célebres hermanos Platov se parece a esos relatos policiales en los cuales el asesino prepara una trampa al detective de que se trate, pero termina él mismo cayendo en una trampa aún más sutil puesta por el defensor de la buena causa; porque es bien sabido que, al menos en las novelas y en las películas, el crimen no paga. La posición propuesta por los autores parece extremadamente simple; el avance del peón de c5 hacia su coronación no puede ser detenido, por lo que la única arma a disposición de las negras es el avance de su propio peón de b4; pero en el momento en que ambos peones hayan coronado, las blancas dispondrán de un jaque en f5 que gana la dama de las negras. Por consiguiente, las negras parecen encontrarse en posición desesperada. Y, sin embargo, la defensa dispone de un sorprendente recurso que complica de manera extraordinaria el claro sendero que las blancas se han trazado. Después de 1 c6, b4 / 2 c7 las negras juegan la inesperada 2... Ag3 j.! y el panorama cambia de forma notable. Dado que el jaque ataca también el peón de c7, las blancas no tienen opción a 3 R - g3, a lo que las negras juegan 3... b2 con aire triunfante. En efecto, después de 4 c8=D, b1=D / 5 Df5 j., Re2 / 6 D - b1 el juego es tablas por ahogado. ¿Ha funcionado la trampa de las negras? No, porque su adversario ha descubierto a su vez una oculta posibilidad ganadora: 4 c8=A!!, que gana sencillamente. Si 4... b1=D / 5 Af5 j., Re2 / 6 A - b1 y los dos alfiles gana sencillamente, y si 4... Rc2, para coronar con la dama defendida, 5 Af5 j., Rb3 / 6 Ab1 y todo ha concluido.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_