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El móvil permite a Auna reducir las pérdidas un 23%, hasta 560 millones

El grupo apuesta por la fusión con Ono y salir de pérdidas en 2003

Auna, segundo grupo español de telecomunicaciones, camina lentamente hacia la rentabilidad. El pasado año redujo un 23% sus pérdidas, pero éstas todavía se elevaron a 560 millones. El tirón de Amena (división de móviles), que ganó 101 millones, compensó en parte las abultadas pérdidas en telefonía fija. El grupo, que apuesta por fusionarse con Ono en dos años, aspira a lograr el equilibrio financiero este año sin pedir fondos a sus socios.

La marcha de Auna tiene dos velocidades: la de Amena, el operador de móviles, que ha pasado de unas pérdidas de 120 millones en 2001 a, por primera vez, beneficios en el conjunto de un ejercicio (101 millones); y la de su negocio de telefonía fija, concentrado ahora en Auna Telecomunicaciones y que integra a la vieja Retevisión y al cable. Esta pata disparó sus pérdidas un 41%, que se situaron en 484 millones.

No obstante, el presidente de Auna, Luis Alberto Salazar-Simpson, y el consejero delegado del grupo, Joan David Grimà, confían en que el primer rival de Telefónica consiga equilibrar sus cuentas ya este año.

Las elevadas pérdidas registradas en 2002, de 560 millones, se debieron en gran parte a los resultados extraordinarios negativos provocados por el cierre de Quiero TV (con un impacto negativo de 146 millones) y por el proceso de integración de los negocios de telefonía fija y, en particular, por las pérdidas del cable. En su estrategia para competir con Telefónica, Auna ha creado una división de grandes clientes que ofrecerá telefonía fija, móvil e Internet.

Para lograr el equilibrio en 2003, el grupo quiere apoyarse en distintas variables: la buena evolución de su negocio, una reducción significativa de las inversiones -desde los 1.300 millones del pasado ejercicio a 800 o 900 millones-, el impacto del recorte de la plantilla (el expediente de regulación en marcha afecta a 750 personas) y, como gran balón de oxígeno, los ingresos que pueda obtener por la venta de Retevisión Audiovisual. Auna está a la espera de las ofertas vinculantes por esta división, que agrupa el negocio de transmisión de señales de televisión, y de la que confía embolsarse algo menos de 500 millones.

El grupo, que acumula una deuda de 4.400 millones pese a haber reducido en un año la proporción que ésta representa sobre el beneficio operativo de 32 a 7 veces, descarta completamente recurrir a sus accionistas para financiarse. Éstos han tenido que realizar ampliaciones de capital desde su nacimiento.

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