Els Robadors
A la declaración del alcalde de Barcelona de que la reforma urbanística de Illa Robadors en la Rambla del Raval tendrá un efecto "contundente", conviene precisar aquí en qué sentido.
Primero: el rechazo del Ayuntamiento a la propuesta vecinal de desplazar unos metros la rotonda norte de la rambla para salvar el inmueble modernista Casa Buxeras de su derribo y de reducir las desproporcionadas dimensiones de una plaza. Es habitual que el Ayuntamiento prefiera discutir los planes urbanísticos con grandes agentes económicos e inmobiliarios y grandes firmas de arquitectos olímpicos a hacerlo con los vecinos afectados en particular.
Segundo: en el espacio que queda por urbanizar de la Illa Robadors, en el que inicialmente estaba prevista la construcción de edificios de una altura máxima de siete plantas y una zona verde, ahora se edificará, además de viviendas y oficinas, un mamotreto hotelero de 10 plantas, monumento a la humildad de los arquitectos.
Para la reforma deberá modificarse ad hoc el Plan General Metropolitano, aunque quizá la anchura de la plaza permita esa sobreedificabilidad o que ésta sea equiparada a la ya existente del Liceo, otro mamotreto de realización sospechosísima. La zona verde pública prevista, un espacio roñica y árido siguiendo esa moda neoliberal de ceder a duras penas un rincón libre para las gentes sin mucho coste de mantenimiento, parece ser que será de titularidad privada, del complejo que se edifique.