Los futuros 'Goyas' posan en Sol

La sede del Gobierno regional, en la céntrica Puerta del Sol, tuvo anoche muchas más estrellas de las siete que tremolan en la bandera de la Comunidad de Madrid. La gala de los nominados de la XVII edición de los Premios Goya reunió a lo más granado del mundo del celuloide, con la actriz Marisa Paredes a la cabeza, como presidenta de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas, entidad que otorga los preciados galardones. Junto a ella, como anfitriona, ejerció la consejera de las Artes, Alicia Moreno.

El pasamanos de recibimiento de los nominados fue la antesala de la breve ceremonia de presentación, en la que ya se pudo ver a destacadas estrellas del cine español. Uno de los primeros en entrar y que recibió una oleada de destellos de los fotógrafos fue José Coronado, con el pelo muy corto debido a su papel de bombero en la serie de televisión Código Fuego. El actor opta al Goya a la mejor interpretación masculina de reparto por La caja 507.

Le siguió en interés Geraldine Chaplin, que acudió con un llamativo bolso rojo y en zapatillas deportivas del mismo color. La camiseta rosa contrastaba con el marrón de su vestido. La actriz está nominada al premio de la mejor interpretación femenina de reparto por su trabajo en En la ciudad sin límites.

Tras recibir a los galardonados, Marisa Paredes cogió el testigo y comenzó a presentar los nominados. En primer lugar y tras agradecer la cesión de la sede regional para el acto, excusó la ausencia de algunos de los candidatos a premio. Según comentó, se encuentran representando al cine español en festivales internacionales o rodando las películas que optarán a la próxima edición. Entre ellas destacaba la del director Pedro Almodóvar que opta con Hable con ella a los premios de mejor guión original y dirección.

Otras faltas notables y que crearon cierta expectación entre el millar de personas que acudieron a la gala fueron la de la cantante Lolita, que trabajó en Rencor y concurrre al premio de mejor actriz revelación, y la del actor Sancho Gracia, que con 800 balas puede ganar el Goya a la mejor interpretación masculina protagonista.

Pero sin duda el aplauso más largo y cálido lo recibió el artista Manuel Aleixandre, que recibirá el próximo 1 de febrero, día de entrega de los galardones, una reproducción de la cabeza del pintor aragonés como homenaje a toda su carrera. Marisa Paredes interrumpió la gala, cuando estaba a punto de concluir, para hacerle subir al estrado y que se pusiera delante de la grada en la que formaban unos 125 nominados. Cierto aire de nostalgia recorrió el patio central de la sede de la Comunidad. Esa que no pudo percibir el presidente regional, Alberto Ruiz-Gallardón, que faltó a la cita: estaba en la convención nacional del PP en el Palacio de Congresos.