El PSOE apuesta por un proyecto común con lealtad entre las autonomías y el Estado

Los socialistas creen que ayer vieron cumplido uno de los objetivos que se plantearon al preparar su conferencia autonómica que hoy clausurará el líder socialista, José Luis Rodríguez Zapatero. Todos los barones del PSOE, presidentes autonómicos y secretarios territoriales, apostaron por una España "como nación plural e integradora de su diversidad" y el desarrollo de la lealtad y el compromiso recíproco de cooperación entre el Estado y las comunidades autónomas. Los socialistas rechazaron de plano la acusación del PP de que son incapaces de articular un proyecto único.

Los socialistas quisieron hacer una exhibición de unidad al encerrarse durante una jornada en Madrid para articular venticinco propuestas que serán el tronco del programa electoral autonómico para las elecciones del 25 de mayo. El contendido les salió bien, aunque el continente falló por cuanto que el local elegido, el Palacio de Cristal de la Casa de Campo de Madrid, está previsto para 6.000 personas y aquí los invitados fueron 700.

Con el resultado final quisieron poner de manifiesto que las preocupaciones básicas de los ciudadanos y las soluciones que ellos proponen son idénticas para toda España. Pero existía especial interés en la quinta de las cinco comisiones en las que estructuraron el trabajo en las que se hablaba del Estado autonómico. Al final hubo un texto en torno a una definición que todos asumieron. Los socialistas entienden "sincera y profundamente a España como una nación plural e integradora, orgullosa de su diversidad y su pluralismo lingüístico y cultural". Este partido se propone superar el "sectarismo del PP y desarrollar a fondo el principio constitucional de lealtad y de colaboración entre el Estado y las autonomías". Asimismo, aspiran a mejorar "la distribución de las competencias y los recursos entre el Estado, las comuniades autónomas y las corporaciones locales".

Cinismo y vileza política

El presidente del PSOE y de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, en la inauguración de la conferencia, marcó la pauta de la definición final de la España que entiende el PSOE. De mil maneras posibles Chaves definió esta España "plural" enfatizando tanto la unidad como la diversidad. Y hubo fuertes críticas hacia el PP por poner en duda la capacidad de los socialistas de tener un proyecto común. "Si no fuese porque están jugando los del PP con algo muy serio, si no fuese porque el PP con su actitud refleja su capacidad de cinismo y vileza política, simplemente deberíamos reírnos de ellos", dijo Chaves. Pero el presidente socialista estimó que era una buena ocasión para decir a los ciudadanos qué piensa el PSOE. "Nuestra historia como socialistas se entiende y se explica porque se identifica con la historia de España; nos encontramos aquí quienes desde nuestras siglas de partido hemos hecho de España y de los españoles el objetivo único de nuestra preocupación, de nuestro trabajo, de nuestra acción política". El dirigente socialista cosechó numerosos aplausos en todas sus referencias al "ser de España". Y llegó hasta la España constitucional de 1978. "Los socialistas no hemos sido los únicos pero con seguridad sí los principales artífices del modelo de Estado que hoy vivimos".

La lealtad, la cooperación entre autonomías, la reforma del Senado para convertirse en Cámara de representación e integración de las comunidades es el paso que ahora quieren dar los socialistas "en la perspectiva de un desarrollo federal del Estado de las autonomías", señala el documento aprobado. Apuestan por la creación de la Conferencia de Presidentes, lugar de diálogo institucional entre el presidente del Gobierno y los diecisiete presidentes autonómicos junto a los dos de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.

En esta conferencia participaron 350 delegados, de todas las federaciones, y una amplia representación del PSC, encabezada por su presidente, Pasqual Maragall, y el primer secretario, José Montilla. Maragall señaló en los pasillos que los tres nacionalismos "que gobiernan España, el español, el catalán y el vasco, no están sacando todo el partido que se podía sacar de la Constitución y de los Estatos". Maragall apostó por una España "plural e integradora, no separadora". Y mostró seguridad en que con la Constitución y los Estatutos "se puede avanzar mucho más en la pluralidad y en la integración de los pueblos de España.

En esta conferencia no se planteó, "porque no toca", según el presidente de Aragón, Marcelino Iglesias, abordar el interés de algunos dirigentes socialistas territoriales de afrontar la reforma de sus Estatutos como son los casos de Andalucía, Valencia y Cataluña. Aragón ya lo ha llevado a efecto. En el apartado propio de cada programa electoral autonómico sí figurará esta propuesta. Pero tanto Iglesias como José Bono, presidente de Castilla-La Mancha; Juan Carlos Rodríguez Ibarra, presidente de Extremadura; Vicente Álvarez Areces, de Asturias, y Francesc Antich, de Baleares, rechazaron las acusaciones del PP respecto a que son incapaces de tener un proyecto común. "Es más patriota el voluntario que limpia el chapapote en Galicia que el ministro que está de caza", dijo Bono. "Nosotros no tenemos diecisiete proyectos; tenemos una idea de España que consiste en que cada ciudadano se sienta español como quiera con la condición de que contribuya a la cohesión del proyecto común; y eso lo siento yo, Maragall desde Cataluña, Manuel Céspedes desde Melilla o Pérez Touriño desde Galicia", proclamó Ibarra.