Madrid recobra su duelo clásico

"Bien, estoy muy bien", dice Ronaldo. "Me encuentro muy bien", dice Zidane. "Pregúntale al preparador físico y te dirá cómo estoy", dice Figo. Y Raúl no dice nada pero basta con verle la cara que se le pone cada vez que juega contra su ex equipo para tener la seguridad de que saldrá al Bernabéu como si fuera la última vez. Si se dan por ciertas las declaraciones de los tres cracks extranjeros -en vista de sus entrenamientos- es lógico preguntarse cómo hará el Madrid para no ganarle hoy al Atlético el primer derby en casi tres años (20.30 horas, Canal+). ¿Cómo? Si el Atlético da una respuesta exitosa se cubrirá de gloria inmediatamente. Si el Madrid gana dará otro paso, sólo un paso, hacia el título.

El Madrid aspira al liderato. Suma seis victorias seguidas y no pierde en Liga en el Bernabéu desde el 1 de noviembre de 2000. El parte médico no refleja bajas y Del Bosque, el técnico, se permitió ayer el lujo de dejar a Morientes en la grada. Las líneas están más juntas que nunca en lo que va de temporada, los jugadores han tejido lazos de complicidad, y la plantilla toca su techo físico. Todo es propicio al Madrid de Florentino Pérez, si no el equipo más opulento de la historia del fútbol, seguro el que más dinero ha ingresado en menos tiempo.

Ningún pronóstico parece favorecer al vecino del Manzanares río abajo, tras su lento ascenso desde Segunda. La última vez que el Atlético visitó el Bernabéu se impuso (1-3), pero aquél equipo se ha desvanecido. "Ganar aquí no les sirvió para evitar el descenso", comentó ayer Del Bosque; "como a nosotros no nos servirá ganarle al Atlético si no quedamos campeones".

La aparición del goleador Fernando Torres, héroe adolescente y providencial, en la delantera del Atlético es la mejor noticia de los rojiblancos. La otra, si se confirma, es que Luis Aragonés, el entrenador, repetirá alineación. Por primera vez, el preparador de Hortaleza ha tomado la decisión de colocar sobre el césped exactamente a los mismos once jugadores que ganaron al Deportivo el domingo pasado. Un acontecimiento. Toda la semana se ha visto en el Cerro del Espino, el lugar donde entrenan los rojiblancos, a once tipos felices, los que vestían el peto naranja, los titulares, y a otros tantos cabizbajos portadores del peto blanco, el de los suplentes.

Ocasión festiva

Para los jugadores del Atlético el partido es un acontecimiento bastante más extraordinario que para los del Madrid. Es, sobre todo, una ocasión excitante y festiva. Albertini y Emerson, los dos centrocampistas que han desplazado a Nagore y a Movilla de la titularidad en el Atlético, han recibido la noticia de su alineación con actitud muy diferente. Mientras el italiano conversaba interminablemente con Aragonés, Emerson atronaba con el ritmo de la samba el aparcamiento de la Ciudad Deportiva. Torres y Jorge, los dos hombres más adelantados, bromeaban juntos antes de montarse en el coche del punta. Germán Burgos pasaba de micrófono en micrófono y José Mari se escabullía con una sonrisa en su Ferrari. Los jugadores del Atlético se sienten minusvalorados con respecto a su vecino blanco. "Es verdad que es especial", decía el propio Torres el pasado viernes y el vestuario lo percibe así, de manera especial. Las sesiones de entrenamiento de los días previos al choque han destilado más adrenalina de la habitual. Los estímulos se multiplican para el Atlético a medida que se acerca el partido, y de eso es muy consciente Del Bosque. El técnico madridista sabe de memoria lo peligrosos que son los rojiblancos cuando entran en esta dinámica.

"Nosotros llevamos tres años triunfado por Europa mientras ellos han penado en Segunda", dijo Del Bosque ayer. "El Atlético ha tenido que aguantar nuestra superioridad y les llega la oportunidad de medirse a nosotros y vencernos. Es normal que están más ansiosos que nosotros ante este partido".

Luis Aragonés, por su parte, ha tratado convencer a la plantilla durante toda la semana de que es posible el triunfo: "Un equipo lo primero que tiene que estar es convencido de que va a ganar". Sin embargo, el propio Luis alabó a su rival y reconoció "todos los equipos tienen virtudes, pero en el caso del Real Madrid, tiene muchísimas virtudes y pocos defectos, pero hay que aprovecharse de esos pocos defectos". Sin embargo, Aragonés discrepó de que el actual Madrid sea el mejor de todos los tiempos y citó al de "Kopa, Gento, Di Stéfano o Rial". Luis concluyó asegurando: "Me encanta que en todas las encuestas el Madrid siempre salga favorito, porque la alegría si ganas es mucho mayor".