EL PATRÓN ANIMAL.
El sacerdote Francisco Villar bendice a un perro en brazos de su dueña. No es más que uno de los cientos de animales que los madrileños llevaron a consagrar al templo de su patrón san Antonio Abad (conocido popularmente como san Antón) en la calle de Hortaleza. Abundaron perros y gatos, pero también otras especies como caballos, tortugas, cocodrilos, cobayas, conejos y, por supuesto, canarios.
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