Pueblos de Castellón unen lo pagano y religioso en Sant Antoni
La festividad de Sant Antoni, que conjuga elementos paganos y religiosos dedicados a la fertilidad de la tierra, a la lucha del bien y del mal, al rito del fuego, tiene en los municipios del interior castellonense una relevancia especial. La comarca de Els Ports tiene una base común para la fiesta, aunque cada pueblo incorpora costumbres diferentes. La santantonada es la fiesta del invierno. Los botargas, con curiosa y bella indumentaria, y las monumentales barracas son la clave de una fiesta que también ofrece personajes como Sant Antoni y sus tentaciones, y representaciones del ciclo agrario.
Forcall sigue siendo la localidad que acapara una mayor atención y que protagoniza una de las santantonades más atractivas. Los botargas y el resto de personajes, entre los que se encuentran los dimonis, volverán a recorrer las calles con su algarabía para culminar con la cremà de la monumental barraca. Mañana la población celebra el carnaval y representaciones dedicadas a la agricultura.
En Morella, a los pies de la Iglesia Arciprestal, se representará esta noche el auto sacramental de La Vida del Sant. Les Albades, canciones populares con textos relativos a la vida y actualidad morellana invadirán las calles toda la noche mientras arde una monumental hoguera. La jornada dominical se dedica a las actividades relacionadas con la vida del campo, unas tradiciones dirigidas a conseguir la protección y el beneficio del santo para que el año traiga buenas cosechas y buena producción animal. El paseo de Les Grupes, caballerías engalanadas, la representación de la siembra y la siega, así como el Mondongo, elaboración de embutidos tras la matanza del cerdo, recorren las calles de la ciudad amurallada.
Participación
Vilafranca también celebra Sant Antoni, una jornada que empieza en las montañas de la partida Bovalar para buscar la malea que esta tarde vestirá la barraca. Villores representa una de las más participativas y hospitalarias santantonades, ya que se recorren las casas del municipio, donde se degustan pastas de panoli, acompañando a la comitiva de botargas que obligan a tirarse al suelo al público.
La Pobla de Benifassà, Ares, Sorita, Portell y Herbers también celebran este fin de semana la fiesta de Sant Antoni. A partir del próximo fin de semana y hasta el 22 de febrero que cierra el ciclo La Mata, vivirán sus santantonades Castellfort, Vallibona, Palanques, Ortells y Cinctorres.
En La Plana Alta destaca la celebración de Vilanova de Alcolea que, desde el siglo XIV, vive la matxà en la que jinetes con sus grupas atraviesan espectaculares barreras de fuego. Además, la mayoría de municipios costeros castellonenses celebran la festividad de Sant Antoni con hogueras, cabalgatas, procesiones y bendición de animales.
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