Argentina firma con el FMI el acuerdo para retrasar sus pagos

El ministro argentino de Economía, Roberto Lavagna, y el presidente del Banco Central, Alfonso Prat Gay, firmaron ayer la carta de intención dirigida al Fondo Monetario Internacional (FMI) que permitirá al país retrasar pagos de deuda por 6.600 millones de dólares hasta agosto inclusive. El texto, elaborado en conjunto y leído "en paralelo" por el directorio del FMI, llegará hoy a Washington. El directorio del Fondo debe aprobar o rechazar este documento para el acuerdo el 23 de enero.

La carta de intención para alcanzar un acuerdo incluye un "memorando de políticas económicas del Gobierno argentino para un programa de transición en 2003" y un "memorando de entendimiento técnico". El FMI ya prorrogó deudas por 5.112 millones de dólares en 2002.

El ministro Lavagna decidió firmar la carta de intención después de que se difundieran en Buenos Aires las declaraciones del portavoz del FMI, Thomas Dawson, confirmando al fin que el FMI esperaba concluir un acuerdo de transición con Argentina dentro de "las próximas 36 horas", un plazo que vence esta noche.

Un portavoz de Economía confirmó a su vez a este periódico que "el ministro contaba además con la seguridad de que los miembros del directorio habían leído en paralelo los términos de la carta redactada en conjunto con los miembros de la misión en Buenos Aires". Esta misión viajó ayer a Washington.

El juego de presiones mutuas entre Argentina y el FMI llegó a un punto límite el miércoles pasado. El ministro de Economía, Roberto Lavagna, confirmó que Argentina no afrontaría con sus reservas el pago de la deuda que vencía esta semana, por 650 millones de dólares, contraída con el Banco Interamericano de Desarrollo hasta que el FMI no anunciara formalmente que se había alcanzado un acuerdo de transición que permita retrasar los pagos de la deuda que vence este año al menos hasta agosto.

Ayer, los miembros del Gobierno aguardaban expectantes la respuesta oficial del FMI.

"En las próximas 36 horas esperamos anunciar el acuerdo de transición, que no contará con dinero fresco, pero extenderá los vencimientos del país con los organismos de crédito", dijo Dawson. El mensaje no fue interpretado esta vez como un ultimátum,, sino como una respuesta "positiva" del Fondo.