La Academia anuncia en su informe anual más crisis para 2003

Menos rodajes, menos inversión de las televisiones, menos ventas internacionales y menos espectadores. Productoras más débiles y ninguna película de gran éxito que levante las estadísticas. Con estos datos en la mano se presentó ayer en la librería de cine Ocho y Medio, en Madrid, el informe del año 2002 que publica la revista de la Academia. Según sus mismos datos, lo peor aún está por llegar.

Joaquín Oristrell, vicepresidente de la Academia, subrayó que esta institución no tiene vocación de "florero" y que por eso se ven obligados a reflejar ("sin entrar en opiniones") cómo respira la industria.

A pesar de la gravedad de la situación y de que la revista titula su número con la palabra "crisis" (un término que evitan otras instituciones como el ICAA o la FAPAE), todavía se habla de "cierta esperanza". El estreno de alguna película "fenómeno" podría cambiar el rumbo de los datos y "salvar las cifras". Si Mortadelo y Filemón (película que ilustra la portada del informe y que se estrena el próximo mes de febrero) logra la taquilla esperada, los números serían mejores. "Una película o dos pueden reventar las estadísticas, pero eso no evitará la gran incertidumbre sobre qué ocurrirá en el futuro", explicó ayer José María Álvarez Monzonillo, profesor encargado de elaborar el informe de la Academia. Según Monzonillo, no salen las cuentas porque la gente va menos veces al cine. El cine español ha pasado de recaudar 110 millones de euros en 2001 a sólo 75 millones en 2002, un descenso del 32%. El número de espectadores ha bajado también un 37%. En la balanza de datos negativos se sitúa el exceso de estrenos: unos 10 a la semana. "El 43% de los títulos son estadounidenses y controlan el 90% del mercado. La oferta está saturada".

Según la Academia, la crisis se nota desde hace meses, aunque este primer trimestre de 2003 acusará especialmente la crudeza de la situación. La fusión de las plataformas digitales, añade el informe, abre una puerta a la recuperación. "Hacer cine", continúa Monzonillo, "es cada vez más arriesgado y no sólo en España. El 82,4% de los productores sólo hace una película y siete de cada 10 películas pierden dinero".

Los datos de la Academia añaden que la película media española de 2002 ha costado 2,4 millones de euros, más de medio millón por debajo del presupuesto medio de 2001, que fue de 3 millones. Un 23,7% han costado menos de un millón de euros, y sólo un 4% han costado más de 6 millones. Bajó también el número de copias de lanzamiento: 75 frente a las 113 de 2001, y descendió el número de personas que participan en el rodaje, de 68 a 57, así como el de metros rodados, de 38.107 a 35.577. Las óperas primas (se contabilizan 30) cuestan menos dinero que la película media y que la ópera prima del año anterior: 1,75 millones de euros, 2,2 en 2001. Sale con menos copias (66), emplea menos gente en el rodaje (51 personas), menos metros de película (30.710) y dura 10 minutos menos. Su rodaje dura 10 semanas frente a las ocho de la película media. Según el informe de la Academia, la película media española trata de un drama protagonizado por un hombre de entre 30 y 39 años (el personaje femenino medio tiene 10 años menos) y dirigido por otro hombre de la misma edad, que ha elaborado en solitario un guión original del que se han escrito después más de cuatro versiones.